

El ibuprofeno es uno de esos fármacos habituales que nunca faltan en casa. Según los datos disponibles, sigue siendo el analgésico más utilizado entre los 26 y los 50 años. Y es que este medicamento alivia el dolor, reduce la fiebre y da la impresión de ser totalmente seguro.
Pero, tal como advierte el cardiólogo Aurelio Rojas, es “uno de los peores fármacos para el corazón”. En un vídeo publicado en Instagram, el especialista alerta sobre su uso sin control y lanza un mensaje contundente: el ibuprofeno puede resultar peligroso, especialmente en personas con antecedentes o factores de riesgo cardiovascular.

Aurelio Rojas, cardiólogo: “El ibuprofeno es de los fármacos más dañinos para el corazón”
La principal preocupación de Rojas está en su mecanismo de acción. Al igual que otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE), el ibuprofeno bloquea la enzima COX-2. Esto “reduce la prostaciclinas, sustancias vasodilatadoras y antiagregantes”. Es decir, interrumpe una defensa natural de las arterias.
Como resultado, el cardiólogo advierte que se genera un entorno propicio para el daño cardiovascular: “mayor tendencia a la agregación plaquetaria, la vasoconstricción y esto es un terreno perfecto para los infartos y las trombosis”, señala.
En palabras de Rojas, el ibuprofeno también puede interferir en la función renal: “El fármaco sube la presión arterial y empeora la insuficiencia cardíaca”. Lo hace al favorecer la “retención de sodio y agua en nuestros riñones”. Este exceso de líquido, advierte, puede ser “un grave problema si tu corazón no está bien”.
Otro efecto en los riñones es que “al inhibir las próstaglandinas renales, reduce la perfusión glomerular”. Es decir, disminuye el flujo de sangre en los riñones, lo que desencadena un círculo vicioso: “más hipertensión, más sobrecarga de líquido y a medio plazo más riesgo de infarto e ictus”.

Para Rojas, el riesgo depende de tres factores: la dosis, la duración y el perfil de quien lo toma. No obstante, en personas sanas, su uso ocasional apenas plantea problemas. “En gente joven, sana y para un uso puntual, por ejemplo dolor de cabeza, el riesgo es mínimo”, explica.
Pero advierte que en otros casos puede ser peligroso. “En pacientes con factores de riesgo como hipertensión, que ya tienen problemas de corazón o riñón, conviene evitarlo o buscar alternativas más seguras.” Entre esas opciones, el especialista cita el paracetamol y el naproxeno a dosis bajas, siempre bajo consejo médico.












