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La Dirección General de Tránsito (DGT) realiza cada año en España6,5 millones de test de alcoholemia. Si bien la concienciación ha aumentado mucho en los últimos años, los positivos se repiten.

Si bien lo ideal y deseable es conducir sin haber bebido ni una gota de bebidas alcohólicas, hay un límite permitido por el organismo de control. Pese a esto, muchas personas suelen no estar seguras de a cuántos vasos equivale esa cantidad y temen enfrentar controles.

Por eso desde hace años circulan entre la sociedad distintos mitos relacionados con los test, que apuntan a cómo evitar la detección, o directamente a cómo "bajar" el nivel de alcohol. Aquí un listado de 5 que son falsos.

En qué consiste el test de alcoholemia que realiza la DGT

La DGT hace dos pruebas, porque eso permite que mejorar la fiabilidad y validez de los test. La primera es "de aproximación o indiciario", y su función es detectar la presencia de alcohol.

El segundo test es "evidencial" y está pensando con la lógica inversa: para eliminar a todos los "falsos positivos". Es el que ofrece una mejor lectura de la cantidad de alcohol. En ambos casos, las máquinas están certificadas por el Instituto Nacional de Metrología.

Alcoholemia: 5 mitos falsos sobre cómo evitar el positivo en un control

1- Hacer ejercicio elimina el alcohol en sangre

Casi todo el alcohol que hay en el aire exhalado proviene de los bronquios: en los alveolos es donde pasa el alcohol de la sangre al aliento que espiramos. Hacer ejercicio puede aumentar la evaporación de la misma forma que beber mucha agua (e ir al baño) puede ayudar a su excreción.

Sin embargo, en torno al 90% del alcohol es metabolizado por el hígado, que solo es capaz de metabolizar 0,12 g/l de alcohol en sangre cada hora. Así las cosas,el proceso puede llegar a tardar hasta 19 horas (dependiendo de la cantidad de alcohol que se haya consumido).

El ejercicio podría, a nivel teórico, incidir solo sobre el 10% restante. Si bien lo hace, no ocurre lo suficientemente rápido.

2- Tomar café o té reduce el nivel de alcohol

La propia DGT ha aclarado esta cuestión: tomar café o té no reduce, en nada, la tasa de alcoholemia. Esto quiere decir, que si superas el límite permitido, aunque hayas leído o escuchado que tomar té o café reduce el nivel de alcohol, darás positivo en una prueba.

Tampoco funciona mascar granos de café.

3- Ingerir alimentos impide que el alcohol pase a la sangre

Otra de las creencias que desmiente la DGT es que el alcohol que bebemos en las comidas no pasa a la sangre o, al menos, lo hace con más lentitud. Tampoco funciona si bebemos alcohol con el estómago lleno.

La absorción no se produce de forma gradual, sea el alimento que sea. De la forma que sea, el alcohol ingerido siempre pasará a la sangre.

4- Beber a lo largo del día en pocas cantidades reduce posibilidades de detección

Beber poco, pero durante todo un día tampoco nos aleja de los efectos que el alcohol produce en nuestro organismo y, en este caso, en la conducción. El alcohol no se elimina del organismo fácilmente y eso hace que bajar la tasa de alcoholemia sea algo lento.

Por lo tanto, si consumimos a lo largo del día, al final de la jornada la tasa de alcohol en sangre puede ser mayor de lo que pensamos.

5- Tomar medicamentos especiales

A menudo se comercializan medicamentos por internet, que se promocionan como "reductores de la alcoholemia". Sin embargo, no existe base solvente alguna. Es falso que estos productos tengan este efecto, y la DGT advierte que algunos incluso pueden incrementar los efectos del alcohol en el organismo.

Tampoco la vitamina B, que se suele prescribir para tratamientos de alcoholismo, funciona contra los efectos inmediatos de la bebida.