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Para muchas de las personas acostumbradas a la cultura occidental, China puede parecer una realidad lejana e inaccesible. Cada nación se rige por valores y costumbres propios, lo que provoca que la visión del mundo puede variar considerablemente entre unas y otras. Así, lo que en España se interpreta de una manera, en China puede tener un sentido ampliamente distinto.

Uno de los puntos en donde más diferencias se pueden notar es en la cultura del trabajo. En China, para muchos empleados, la posibilidad de descansar dos días a la semana resulta extraña y hasta está mal vista. La jornada laboral muestra un contraste notable entre sus distintos enfoques culturales.

Así lo cuenta el empresario Adrián Díaz en una entrevista para el programa Con P de Podcast. El empresario español reside en el país asiático desde 2006 y en su intervención explicó algunos de los puntos que diferencian la cultura china con la occidental.

Uno de los más sorprendentes fue la visión oriental sobre la gente desempleada, incluso con las personas que deben pedir limosna en la calle. "Los chinos piensan que si tú estás en la calle es porque te lo mereces", explicó Díaz.

¿Por qué los chinos no dan limosna a nadie?

El empresario explicó que China tieneuna tasa de desempleo real negativa, con lo cual se considera que cualquier persona que no trabaje es porque no quiere. "Faltan trabajadores. Nadie que tenga su cuerpo preparado para trabajar tiene sentido que no lo haga y, si es así, es porque se lo puede permitir y es un privilegiado", enfatizó.

"En un barrio normal de una ciudad media china jamás vas a encontrar a alguien en la calle", explicó Díaz. El punto principal es que la cultura laboral es exigente y los propios trabajadores consideran que el hecho de no trabajar es considerado una deshonra. Sin embargo, el experto infiere en que existe una excepción a esta regla.

"Solo verás a alguien con problemas médicos. Ahí sí hay solidaridad, porque justamente, como la sanidad es de pago, uno sabe que no va a poder trabajar si tiene alguna condición médica", explicó Díaz. Por tanto, si alguien está "en edad de trabajar" y "en plenas capacidades", el empresario defiende que allí "no existe 'el mercado de la limosna'".

De tal manera, el gran problema en China no es que falten trabajos sino trabajadores: "Con una tasa de desempleo real negativa -faltan trabajadores en China-, nadie que tenga su cuerpo preparado para trabajar tiene sentido que no lo haga. Y, si no lo hace, es porque se puede permitir no trabajar y, en ese caso, es un privilegiado".

@cope_es %uD83E%uDD14¿Por qué en China nadie pide limosna? %uD83D%uDC49Adrián Díaz, empresario español afincado en China desde 2006 y autor de "21 claves para entender China en el siglo XXI" desmonta, en @herreraencope, muchos de los tópicos sobre la sociedad y la economía del gigante asiático #china #asia #entrevista #herreraencope %u266C sonido original - COPE

El choque de la cultura empresarial de occidente con oriente

El empresario contó el momento exacto en el que se dio cuenta de que en China el concepto de horario laboral supera ampliamente las 40 horassemanales. Díaz se enteró de esto cuando contrató a sus primeros trabajadores y el choque cultural que este encuentro ocasionó.

"Recuerdo cuando llegué con mi mentalidad occidental a China y, claro, venía con mis ideas socialdemócratas, ¿no? Yo decía: 'Vamos a tener una empresa china con ideas occidentales, con gestión occidental'", señaló Díaz.

El empresario decidió organizar la empresa para que todos los trabajadores tuvieran los fines de semana libres. "Los chinos me miraban, sudaban y me decían: 'Adrián, esto no te va a funcionar'", rememoró. El cambio de mentalidad para Díaz se dio luego de un intercambio con uno de sus trabajadores.

La mentalidad china de trabajar 7 días a la semana

"A mi primera secretaria le dije: "Oye, no te voy a pedir nunca que trabajes un fin de semana, porque quiero que trabajemos de lunes a viernes, ¿vale? Pero si viene un cliente a China durante nueve días, y uno o dos de esos días son fin de semana, quizás te necesite. Entonces trabajas ese día y te doy fiesta otro". Ella respondió: "Sí, sí, no hay problema", recordó el empresario.

Sin embargo, la situación cambió drásticamente seis meses después: "Nunca le pedí trabajar de más, hasta que un día llega un cliente para dos semanas y le digo: "Oye, tienes que trabajar estos dos días". Y me contesta: "No puedo". Yo le digo: "¿Cómo puede ser? Ese era el pacto"".

En ese momento el empresario entendió la situación. "Ella me respondió: 'No, tú me dijiste que nunca me ibas a molestar los fines de semana, así queme busqué otro trabajo' y me explicó que no podía quedarse en su casa mientras su madre trabajaba de lunes a domingo", indicó Díaz.

El empresario explicó que en China se percibe como "incomprensible o antieconómico" trabajar cinco días a la semana. "Nadie pensará que eres una buena persona; lo que pensarán es que no tienes suficiente negocio", sentenció.