Los vehículos históricos en España gozan de un trato especial, tanto por su valor patrimonial como por sus particularidades técnicas. Según el Reglamento de Vehículos Históricos, que entró en vigor en octubre de 2024, aquellos coches que superen los 30 años de antigüedad, estén inscritos en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español o hayan sido declarados bienes de interés cultural, deben cumplir con una serie de requisitos distintos a los de los vehículos convencionales.
Matriculación y ITV de vehículos históricos
El proceso para declarar un vehículo como histórico comienza con la matriculación. Además de la antigüedad, el coche debe estar en su estado original, sin haber sufrido modificaciones significativas en componentes clave como el motor, los frenos o la carrocería.
Si cumples con estos requisitos, tendrás que acudir a un Servicio Técnico de Vehículos Históricos para obtener el informe que valide la condición del vehículo. Este informe es necesario para acudir a la ITV, que en los vehículos históricos tiene periodos de vigencia más largos que los coches convencionales.
Una vez declarado como vehículo histórico, el coche está sujeto a revisiones de ITV menos frecuentes. Por ejemplo, los coches con más de 40 años solo deben pasar la ITV cada tres o cuatro años, y aquellos con más de 60 años están exentos de esta obligación, aunque pueden optar por hacer la revisión de manera voluntaria.
Beneficios de la catalogación histórica
Además de la reducción en la periodicidad de la ITV, los vehículos históricos obtienen ciertos beneficios, como la exención de algunas restricciones de circulación en zonas urbanas y la posibilidad de obtener subvenciones o participar en eventos de patrimonio automovilístico. El nuevo reglamento también pretende evitar que los vehículos históricos salgan del país, ya que son considerados parte del patrimonio cultural.
El cuidado de estos vehículos tiene un componente no solo histórico, sino también económico y turístico, como ha subrayado la DGT, que espera que el número de vehículos históricos registrados en España se multiplique en los próximos años.
