Adiós carnet de conducir para mayores de 65 años: las medidas de la DGT que cambian todo
Las nuevas normativas de la DGT afectarán significativamente a los conductores mayores de 65 años.
En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado nuevas medidas que impactarán directamente a los conductores mayores de 65 años.
Aunque no se ha establecido un límite de edad para dejar de conducir, los requisitos para renovar el carnet de conducir en este grupo de edad se han vuelto más estrictos. Estas medidas buscan garantizar la seguridad vial y adaptarse a las capacidades cambiantes de los conductores mayores.
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Duración del carnet: cada vez más corta
Actualmente, los conductores mayores de 65 años deben renovar su carnet de conducir cada cinco años, en contraste con los diez años que aplican para los conductores más jóvenes. Esta frecuencia podría reducirse aún más a medida que los conductores envejecen, especialmente a partir de los 70 años, donde la renovación podría ser cada tres años e incluso cada dos años en algunos casos.
Las revisiones médicas y psicológicas son obligatorias para evaluar la aptitud de los conductores mayores. Estas revisiones son cruciales para determinar si una persona mantiene las capacidades necesarias para conducir de manera segura. La DGT tiene la potestad de ajustar la vigencia del carnet dependiendo del estado de salud del conductor, pudiendo reducir los periodos de renovación a solo un año si es necesario.
Motivos detrás de las nuevas medidas
El aumento de la población envejecida en España ha llevado a un mayor número de conductores mayores en las carreteras. Aunque los conductores mayores de 65 años tienden a tener menos accidentes, los siniestros que involucran a este grupo suelen ser más graves debido a la mayor fragilidad física. Además, las estadísticas muestran que un 28% de los fallecidos en accidentes de tráfico tienen más de 65 años, lo que justifica la preocupación de la DGT por este grupo.
Las condiciones psicofísicas deterioradas son una de las principales razones para estas medidas. La pérdida de habilidades motoras, problemas cognitivos y enfermedades crónicas pueden afectar la capacidad de una persona mayor para conducir con seguridad. Por lo tanto, aumentar la frecuencia de las evaluaciones médicas es una manera de asegurar que solo aquellos que están en condiciones óptimas sigan al volante.
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La opinión de los expertos y la DGT
La neuropsicóloga Isabel Sala destaca la importancia de reconocer los primeros síntomas que podrían indicar que una persona mayor ya no está en condiciones de conducir, como desorientación espacial o problemas para mantener el carril., según publicó El País.
Asimismo, el director general de Tráfico, Pere Navarro, ha defendido estas medidas como una forma razonable de mantener la seguridad vial sin caer en el edadismo, permitiendo restricciones más leves como límites de distancia y tiempo de conducción.