

"Evita votaría a Cristina, (Juan Domingo) Perón a (Jorge) Taiana, y los dos juntos, a Unidad Ciudadana". A 24 horas del Día de la Lealtad y a seis días de los comicios, la candidata a senadora nacional de Unidad Ciudadana Cristina Fernández de Kirchner abandonó por completa la impronta duranbarbista que marcó su primera campaña para abrazar por completo la liturgia peronista. En un colmado estadio de Racing, en Avellaneda, la ex Presidenta fustigó a su sucesor Mauricio Macri, al acusarlo de que "su única lealtad es a los grupos concentrados de la economía".
Desde el mediodía, una multitud, que los organizadores del evento calcularon en 100.000 personas llegaron al estadio Juan Domingo Perón y a sus inmediaciones, se concentró para escuchar el mensaje de la ex mandataria, quien hizo hincapié en la necesidad de ganar el próximo domingo en las legislativas para "poner un límite" al gobierno de Cambiemos y, aprovechando otro aniversario, los tres años del lanzamiento del satélite ARSAT durante su segundo mandato, "volver a poner en órbita al pueblo en la patria". A diferencia de lo que había sucedido el 20 de junio pasado en el estadio de Arsenal de Sarandí con motivo de la presentación en sociedad de Unidad Ciudadana, cuando las referencias al justicialismo estuvieron prácticamente ausentes, esta vez el acto abundó en apelaciones simbólicas a esa tradición política, en línea con la estrategia trazada para recapturar el voto peronista que en las PASO se volcó a otras opciones electorales.
Incluso el tono de voz de la ex Presidenta, con ayuda extra de un problema del retorno de sonido que la obligó a alentar su monólogo, se asemejó a discursos de otras épocas, lejos del estilo descontracturado que el PRO hizo gala. "Después de 20 meses de Gobierno, podemos comprobar que la única lealtad de Macri es a los grupos concentrados de la economía. Es (lealtad) a las mineras, lealtad a los fondos buitres. Lealtad a su familia, a sus amigos, a sus socios. Lealtad a Edenor, a Edesur. Esa es la lealtad que hoy puede exhibir el Gobierno", arremetió, en la antesala de un nuevo 17 de octubre, principal efemérides del justicialismo.
Con las encuestas marcando una corta ventaja a favor del candidato oficialista Esteban Bullrich, despojándolo del título de favorita que tenía antes de las PASO, el discurso de la ex jefa de Estado se centró en apelar al voto útil de la oposición como última barrera contra la profundización del proyecto de Cambiemos. "Estamos a tiempo de poner un límite. No dejemos que estas políticas sigan avanzando y endeudando al país. Estamos a tiempo de decirles: Así no. No es cuestión de partidos", subrayó. "Hace 3 años poníamos en órbita el Arsat 1. Vamos a volver a poner en órbita al pueblo en la patria, porque la Argentina no es de ellos, es del pueblo. Argentina no es una Sociedad Anónima", añadió.
Ahora bien, no sólo Cambiemos fue blanco de las críticas de la ex mandataria. También le dedicó un párrafo, sin nombrarla, a la socia de Sergio Massa en 1País, la diputada Margarita Stolbizer. Cristina Kirchner recordó que en 2000, como legisladora de la Alianza, votó la flexibilización laboral de Fernando De la Rúa. "Esa diputada hoy acompaña, dicen que desde la oposición, una fórmula como senadora y dice que no va a votar en contra de los trabajadores. ¿Cómo les voy a creer si ya lo hizo una vez?", le recriminó a una, junto a Elisa Carrió, de sus denunciadoras seriales.













