

El Universo obró finalmente a su favor. Los groseros errores del oficialismo y la ola de cambio imparable que se instaló a partir del 25 de octubre en todo el país, ante la certeza de que el ballottage ya era inevitable, llevaron a Mauricio Macri a revertir el resultado de la primera vuelta y convertirse en el nuevo presidente de los argentinos, con un triunfo contundente pero con un margen modesto que lo obligará a tejer acuerdos y alianzas para asegurarse la gobernabilidad. El mérito del líder de Cambiemos fue sostener la espuma de esa ola con pericia en el último mes, con un discurso inclusivo y la promesa de un cambio genuino en el modelo político y económico del país pero sin tirar por la borda los derechos adquiridos. Pero no estuvo solo en esa tarea. Hubo otros actores clave que intervinieron para convertir las expectativas en realidad:
- La gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal: la nueva estrella del PRO, se transformó en una dirigente decisiva en la victoria de ayer. En octubre, la candidata de Cambiemos superó a Aníbal Fernández y acabó con la hegemonía del peronismo, partido que gobernaba el territorio bonaerense sin pausa desde 1987. Con su estilo de chica de barrio, sacó cerca de 400 mil votos más que Macri en la Provincia gracias al gran corte de boleta que hubo en el distrito en detrimento de Aníbal Fernández. Pero Scioli se impuso en las preferencias de los bonaerenses para Presidente. Y ayer lo hizo sólo por un punto. El líder de PRO se mostró con Vidal cada vez que pudo durante la campaña hacia el ballottage y los bonaerenses, en especial los intendentes propios y ajenos, entendieron que era mejor para el futuro de la provincia tener un jefe de Estado del mismo signo político que su gobernadora.
- El titular de la UCR, Ernesto Sanz: fue uno de los primeros en promover la alianza con Macri, pese a tener a la mitad del partido en contra que pugnaba por un acuerdo con Sergio Massa. Logró que se imponga su postura en la Convención Nacional de Gualeguaychú, en marzo pasado. Así, no sólo despejó el camino del ahora electo Presidente para cerrar los acuerdos territoriales de peso con el centenario partido. También pudo preservar la unidad de su fuerza, mantener la segunda minoría en el Congreso y aumentar su poder territorial con 83 nuevos intendentes, alcanzando los 446 radicales en todo el país; y dos gobernaciones, Mendoza y Jujuy, que se sumaron a la de Corrientes. Ahora, la UCR podría quedarse con cuatro ministerios, aunque Sanz se bajaría del de Salud. En voz baja, dicen que prefería la jefatura de Gabinete.
- La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió: fue la artífice de la alianza Cambiemos. Rompió UNEN para acordar con Macri, a quien había cuestionado durante gran parte de su vida política, con el argumento de que había que salvar la República. Ayer dijo que no quiere cargos y que va a cumplir con su mandato de diputada nacional. Por su pasado rupturista, a partir del 10 de diciembre, todas las miradas estarán sobre su figura.
n El gobernador electo de Jujuy, Gerardo Morales: el radical, que desalojó en octubre del gobierno provincial a Eduardo Fellner, con una ventaja de 23 puntos, fue clave en el último tramo de la campaña local. Con su ayuda, Macri pasó del tercer puesto de las generales al primer lugar, al quedarse con la mayoría de los votos que Sergio Massa había obtenido en octubre, como el presidenciable más votado.
- El asesor Jaime Duran Barba: el polémico politólogo ecuatoriano fue criticado con dureza cuando desalentó la gran interna con Massa o una alianza para que el tigrense bajara su candidatura presidencial y fuera a competir por la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Provocó risas cuando insistió en mantener la candidatura de María Eugenia Vidal. Pero resultó uno de los grandes ganadores de la jornada, junto con el jefe de campaña Marcos Peña, en cargado de la comunicación.













