Tras un descanso en Brasil junto a su familia y el radical Gerardo Morales, el diputado Sergio Massa retomará su actividad de cara al ballottage el próximo miércoles, mientras sostiene negociaciones tanto con el sciolismo como con el macrismo y delinea alternativas para su futuro político y el del frente UNA.

Según dejaron trascender cerca del diputado, "gobernadores, sindicalistas, empresarios, intendentes y hasta un obispo llamaron a Massa para intentar lograr su apoyo explícito" de cara a la segunda vuelta, pero el ex intendente de Tigre no se anticipará e insistirá en que tanto Daniel Scioli como Mauricio Macri tengan en cuenta sus propuestas de campaña. Ayer mismo el candidato del Frente para la Victoria, en línea con Massa, prometió que si llega a la Casa Rosada implementará "un blindaje" en las fronteras con efectivos de las Fuerzas Armadas contra el narcotráfico.

Propuestas como esa habían sido expresadas en un documento programático que el Frente Renovador y el delasotismo, que conforman el espacio Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), presentaron durante un plenario de 260 dirigentes en el hotel Hilton de Puerto Madero.

"Massa dejó todos los teléfonos en Tigre. Los teléfonos arden", dijo el vocero del Frente Renovador. Ezequiel Melaraña, hombre de máxima confianza del diputado nacional, compañero suyo en el Colegio Agustiniano de San Martín, es el "delegado" en las negociaciones con el sciolismo y el macrismo, luego de que el propio Massa confirmara a la agencia NA que no mantuvo contacto directo ni con el candidato del Frente para la Victoria ni con el del frente Cambiemos y descartara que se estuvieran negociando cargos.

El gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, y Felipe Solá ofician también de negociadores, aunque ambos discrepan respecto de la opción para el 22 de noviembre: el cordobés afirmó que no votará a Scioli porque la gente pide un cambio, mientras el diputado nacional insinuó que se inclinará por Scioli porque "para un peronista es difícil" apoyar al jefe del gobierno porteño.

Massa, según dejan trascender en su entorno, habría recibido llamados del ex gobernador de Tucumán José Alperovich y del mandatario salteño, Juan Manuel Urtubey, así como del jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló, y empresarios del transporte.