El gobernador y candidato a presidente por el Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli, llegó al 51 Coloquio de IDEA, que comenzó ayer en esta ciudad, con promesas de un "inmejorable clima de negocios". Aseguró que, de llegar al Poder Ejecutivo, "no habrá problemas de dólares". Estos, afirmó, llegarán gracias a una baja de retenciones y otros incentivos fiscales y una repatriación de capitales que, arriesgó, podrán aprovechar muchos de los 900 empresarios que lo escuchaban y lo despidieron con un tímido aplauso. También mencionó que continuará el swap con China.
Scioli pasó revista a distintos temas que preocupan en la agenda empresaria y esbozar respuestas. Aseguró que no promoverá una "megadevaulación" y que evitará las "políticas de ajuste". "Vengo a garantizar que vamos a encarar todos los instrumentos fiscales que haya que rever en este contexto de baja de commodities para que todos puedan producir y tener rentabilidad", dijo Scioli, en alusión a las retenciones. Su equipo económico, con Miguel Bein como principal vocero, ya adelantó que bajará o eliminará esos impuestos al maíz, el trigo y las economías regionales.
También dijo estar "dispuesto a encontrar la flexibilización necesaria en una mesa de diálogo con el campo, fundamentalmente con los pequeños y medianos productores". Luego, se metió en la que es, quizás, la mayor preocupación de los empresarios, según recogió El Cronista entre los presentes. "Me preguntaron por las reservas". "Quiero dar la tranquilidad, la seguridad, de que no habrá problemas de dólares en Argentina". "Vamos a generar las condiciones inmejorables para aumentar la producción, generar la repatriación de capitales. Les voy a dar incentivos para que ustedes "traigan el dinero al país", dijo. "Ustedes" eran los empresarios y ejecutivos de las principales firmas del país que lo escucharon.
Scioli también mencionó el swap con China como inyector de divisas, cuya ampliación negocia el gobierno de Cristina Fernández. Los fondos buitre, dijo antes a la prensa, no son su prioridad. Llegó a esta ciudad con Miguel Bein, uno de sus posibles ministros de Economía (una cartera que será dividida) y Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta y uno de los diplomáticos de Scioli ante el establishment. También nombró a quienes formarán parte de su eventual gabinete económico: Julián Domínguez como ministro de Industria, Diego Bossio en Planificación, Miguel Peirano al frente del Banco de Desarrollo que, se formará desde la estructura del BICE, y Silvina Batakis, actual ministra de Economía bonaerense.
Los empresarios y ejecutivos lo recibieron con cierta frialdad y lo despidieron con un aplauso moderado. Sólo Bein aplaudió de pie. En las mesas del fondo, perdidos entre la multitud, escucharon Adrián Kaufmann, presidente de la UIA, Jaime Campos, titular de AEA, Cristiano Rattazzi (vice de la UIA y presidente de FIAT) y otros hombres de negocios.
También escucharán a los candidatos a presidente Sergio Massa (hoy), Margarita Stolbizer y Mauricio Macri (mañana). Pocos empresarios aventuran qué puede pasar después de las elecciones, y en algunos de ellos se mezcla el deseo a un cambio de gobierno con la resignación de juzgarlo poco probable. "Estoy cansado de tanto peronismo, pero creo que a Macri no le da", se sinceró un ejecutivo del sector inmobiliario.
Confrontación o diálogo
La inauguración del 51 Coloquio recayó en Ignacio Stegmann, presidente de Idea. Su discurso transmitió el desencanto de estos ejecutivos para con el Gobierno saliente. "En los tiempos de confrontación y desacuerdos que hemos vivido, no se ha percibido al empresariado como un actor importante en la construcción de una sociedad mejor", dijo. Scioli recogió el guante y prometió "paz social y diálogo constructivo".
Stegmann exigió "terminar con la confusión de estado y gobierno, para evitar que los gobernantes de turno se sientan dueños del estado y sus recursos" y reclamó "un Estado que no ahogue ni pretenda reemplazar a la actividad privada".