El PRO pegó ayer una vuelta en el aire. Tras convencerse de que seguir adelante con las denuncias por fraude en la elección de Santa Fe les iba a generar un enorme desgaste y hasta podría jugarle en contra a Mauricio Macri a nivel nacional, los estrategas de comunicación decidieron dar vuelta la página y salir a minimizar el costo de la derrota. El candidato a gobernador del PRO, Miguel del Sel, reconoció ayer el triunfo del socialista Miguel Lifschitz y anunció que no judicializará el resultado que dio el Tribunal Electoral sobre los comicios del 14 de junio.
Del Sel reconoció la victoria del oficialismo santafesino, luego de que Lifschitz advirtiera que el "exiguo" margen de 1776 votos a su favor no le quitaba "legitimidad al triunfo".
"Le deseo a Miguel Lifschitz todo el éxito del mundo en esta nueva etapa que comienza", afirmó el candidato macrista en un comunicado. "Tiene por delante la enorme labor de solucionar los problemas de los santafesinos", agregó.
El giro del PRO sorprendió porque el compañero de fórmula de Del Sel, Jorge Boasso, había advertido por la mañana que no reconocerían el triunfo del socialismo hasta agotar las instancias judiciales para que se "abran todas las urnas". Pero finalmente se acató la orden del equipo de comunicación de Buenos Aires.
"Luego de debatirlo con mi equipo hemos tomado la decisión de no judicializar la decisión del Tribunal Electoral. Vamos a aceptarla para poner un punto final a esto y seguir adelante", señaló Del Sel.
En el texto también se destaca la buena performance del resultado. "El PRO creció mucho en Santa Fe", dijo Del Sel al destacar que en diciembre "asumirán muchos intendentes, concejales, presidentes comunales y diputados provinciales" de su partido. "El resultado nos llena de orgullo. Fue David contra Goliat, y terminamos cabeza a cabeza", comparó.