

Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito, estuvo entre los primeros pilotos de la empresa Aeroposta, el primer antecedente de lo que luego fue Aerolíneas Argentinas, en 1929.
El gobierno argentino, reconociendo la vasta amplitud de la geografía del país y la necesidad de contar con medios rápidos de comunicación entre el interior y las grandes ciudades, estableció una línea aérea para transportar pasajeros y correo. Los primeros dos destinos que sirvió Aeroposta fueron Mendoza y Posadas. Los franceses Jean Mermoz y Antoine de Saint-Exupéry se contaron entre sus primeros pilotos", relata la enciclopedia virtual colaborativa Wikipedia.
Saint Exupery había comenzado a volar en 1926 para la empresa “Latecoere uniendo Francia con Africa: Toulouse, Casablanca y Dakar era el itinerario. Su experiencia en esta línea respaldó su designación como jefe de tráfico de la Aeroposta Argentina en su período inicial, últimos meses de 1929 hasta 1931, y ahí recoge las vivencias, que recogió en obras como “Correo del Sur , “Piloto de Guerra y “Vuelo Nocturno .
Para 1930, comenzaron a volar otras dos aerolíneas, LASO (Líneas Aéreas del Sudoeste) y LANE (Líneas Aéreas del Noreste), y el número de ciudades argentinas servidas por rutas aéreas se triplicó. En 1945, LASO y LANE se fusionaron, convirtiéndose en LADE (Líneas Aéreas del Estado).
La formación de la nueva empresa pública fue vista como una medida tomada justo a tiempo, puesto que la Segunda Guerra Mundial estaba llegando a su fin y la aviación comercial estaba por entrar en una etapa de crecimiento explosivo. En 1946 llegaron a la Argentina los primeros Douglas DC-3 y se creó la primera línea intercontinental argentina, FAMA (Flota Aérea Mercante Argentina), de la cual el aviador Andrés Pedraza fue su primer piloto contratado.
En mayo de 1949, se fusionaron todas las líneas mencionadas anteriormente bajo el nombre de Aerolíneas Argentinas, que comenzó a operar el 7 de diciembre de 1950.










