Rafael Bielsa, embajador argentino en Chile, había generado un conflicto diplomático luego de hablar del proceso electoral que se desarrolla en el país limítrofe. A partir de allí, la Cancillería chilena se quejó mediante un comunicado, por lo que Santiago Cafiero decidió intervenir.
Ayer por la mañana, Bielsa se había referido a José Antonio Kast como "anti argentino", "xenófobo" y "pinochetista". El domingo, el candidato de derecha había sido el candidato más votado en las elecciones, con el 28% de los votos, y disputará la presidencia frente a Gabriel Boric.
Ante esta situación, varios dirigentes opositores criticaron a Bielsa e incluso pidieron su renuncia. La cancillería chilena consideró que se trató de "una intromisión inaceptable en los asuntos internos de Chile y vulneran normas de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas".
La situación entonces escaló hasta Santiago Cafiero. El canciller argentino se comunicó con su par chileno Andrés Allamand y le aseguró que el gobierno argentino "trabajará con el gobierno que resulte ganador una vez que finalice el proceso electoral", según consigna Télam.
En la misma línea se expresó Gabriela Cerruti. En declaraciones en Casa Rosada, la vocera consideró que las expresiones de Bielsa fueron a título "personal".
También agregó que "vamos a seguir trabajando con el próximo gobierno. Esa es una conversación que el canciller Cafiero está llevando con su par chileno". Además, reafirmó que "Chile está en un proceso electoral y el Gobierno no interviene en los procesos electorales de los países vecinos".
Sobre la conversación de Cafiero con Allamand, agregó que "el canciller tuvo una conversación con su par chileno y entendemos que no llegamos a tener un entredicho. No hubo ningún tipo de queja formal. La Argentina no se mete en los procesos electorales de ningún país, tal como dice la convención de Viena y, además, como es la tradición de la Argentina".