Sin la presencia de Cristina Kirchner, el Senado sesiona para avanzar con la aprobación de la ampliación de la Corte Suprema de Justicia. Para conseguir los votos, el Frente de Todos le hará un cambio sustancial al texto dictaminado semanas atrás. La decisión se oficializó ayer, a contrarreloj.
Mientras la Justicia investiga el intento de magnicidio a la titular del Senado y esta se prepara para hablar este viernes ante el tribunal, en el marco de la causa Vialidad, la cámara alta le dará una señal al Máximo Tribunal: buscará avanzar con el proyecto impulsado por los gobernadores del PJ.
La sesión se puso en marcha sin Juntos por el Cambio, que no dio quórum y esperó a que el oficialismo lo consiga para bajar al recinto. Durante el debate en comisión, la coalición opositora optó por vaciar las reuniones. De allí que el cordobés Luis Juez optó por pegar el faltazo. Quiso ser "coherente" con la estrategia.
Sí dieron quórum, en cambio, los aliados del FdT, Alberto Weretilneck, Clara Vega y Magdalena Solari Quintana. Gracias a ellos, el oficialismo consiguió los 37 presentes que se requieren para poner en marcha la sesión.
"Este proyecto tuvo un debate serio, sincero y plural durante 6 meses en cuatro reuniones plenarias donde concurrieron 19 especialistas y 7 gobernadores, quienes trajeron la voz de 16 gobernadores que suscribieron la necesidad de una reforma de esta Corte", planteó el oficialista Guillermo Snopek, al defender la iniciativa.
La concreción de la convocatoria, que mantuvo en vilo al Senado durante toda la jornada de ayer, dependía de dos factores. Uno, conseguir los votos. El otro, juntar los 37 senadores que se requieren en el recinto para poner en marcha la sesión.
Ambos escollos fueron sorteados. Pero con un amplio costo para el oficialismo: deberá introducirle cambios sustanciales a su proyecto. Es que, el argumento de llevar a 25 el número de miembros era para que cada provincia, junto con la Nación, se encuentren representadas perderá fuerza.
Los cambios que le introducirán al texto, al momento de la votación incluirá bajar a 15 ese número. ¿El criterio? Será por regiones, como proponía el aliado del oficialismo, Alberto Weretilneck. Ahora bien, según fuentes parlamentarias, ese criterio recién se plasmaría al momento de la reglamentación de la ley.
El cambio mantendrá, eso sí, la paridad de género, otro de los fundamentos que se dio al momento de fundamentar los cambios en la composición de la Corte Suprema.
A esta concesión, se le suma que la aprobación será con números muy magros: apenas cosecharía 36 votos a favor.
LOS TRES VOTOS CLAVE
Uno de los tres senadores a los que apuntan los cambios es el oficialista Adolfo Rodríguez Saá, se mantuvo firme en rechazar la iniciativa que tenía, entre los impulsores, a su hermano, el gobernador Alberto Rodríguez Saá.
El puntano es autor de un proyecto que propone ampliar de cinco a nueve el número de miembros del cuerpo. Es probable que si las autoridades de la bancada aceptan alguna de sus propuestas, el puntano no se desmarque de sus compañeros y levante la mano al momento de la votación.
Otro senador al que se logró convencer con los cambios fue al rionegrino Weretilneck, aliado clave del oficialismo. En su caso, al igual que Rodríguez Saá, dará quórum y defenderá su propio proyecto, que propone ampliar de 5 a 16 los miembros del Máximo Tribunal.
De todas formas, si el oficialismo le concede establecer un criterio de regionalización para la elección de los postulantes, es factible que el rionegrino acompañe el texto. Es que, además de proponer la paridad de género, el exgobernador defiende que el cuerpo tenga una composición federal.
El tercer voto es el de una senadora que el oficialismo considera prácticamente una aliada, Clara Vega. La riojana presentó dos proyecto de ley, uno para subir a 9 el número de integrantes del máximo tribunal y otro a 16. Ambos con perspectiva de género.
"Siempre nos opusimos a los 25 miembros", le dijo Vega a El Cronista. En más de una oportunidad, la excambiemita fue la llave que le habilitó al oficialismo avanzaren una cámara en la que, desde las elecciones del año pasado, perdió la mayoría. El Frente de Todos confía en que la sesión de mañana no será la excepción.
Por fuera, al oficialismo al Frente de Todos le queda un monobloque más donde buscar votos. El de la schiarettista Alejandra Vigo, que rechaza la iniciativa. Es más, mañana tampoco daría quórum.