

- 1. Lucas Pussetto: la economía en tiempos de IA y volatilidad
- 2. Fernando Marengo: el dólar, la deuda de EE.UU. y el impacto en América Latina
- 3. Paul Segal: el enigma del desarrollo latinoamericano
- 4. Eduardo Fracchia: los riesgos de la coyuntura argentina
- 5. Marina Dal Poggetto: la prioridad es octubre
- 6. Damián Falcone: empresas frente al riesgo geopolítico
El Informe Económico Mensual (IEM) de IAE Business School, de la Universidad Austral, presentó su edición de junio de 2025 con una renovación destacada: incorporó análisis transversales de profesores no solo de economía, sino también de finanzas, estrategia y gestión, para ofrecer "herramientas que ayuden a reducir la incertidumbre, gestionar el riesgo y detectar oportunidades", según explicó Lucas Pussetto, editor del informe. Este enfoque multidisciplinario busca responder a un entorno global volátil, marcado por tensiones geopolíticas, disrupciones tecnológicas y desafíos locales como la inflación y el ajuste fiscal en el país. A continuación, las perspectivas de seis economistas sobre los temas que dominan la agenda pública.
1. Lucas Pussetto: la economía en tiempos de IA y volatilidad
Pussetto abrió el informe describiendo un escenario global donde "la economía está cambiando a una velocidad vertiginosa", con "niveles de incertidumbre inéditos" impulsados por tendencias como la IA y cambios geopolíticos. Subrayó que estos fenómenos ocurren "a nivel mundial (Estados Unidos, China, Europa), regional (LATAM) y local (Argentina)", requiriendo una "mirada rigurosa" para la toma de decisiones.
Sobre Argentina, señaló que el país enfrenta un "punto de inflexión" con un programa basado en "orden fiscal, apertura comercial y desregulación", que busca "restaurar la confianza y atraer inversiones". Sin embargo, advirtió que el camino es complejo: "La política económica actual plantea un programa de estabilización [...] que, en caso de ser exitosa, creará un ambiente de negocios casi inédito".
Especialista en macroeconomía, crecimiento económico y economía de las políticas públicas, Pussetto analizó cómo la pandemia y la guerra en Ucrania reintrodujeron "la dimensión geopolítica en el análisis económico", generando tensiones en mercados energéticos y financieros. Destacó que "la competencia entre Estados Unidos y China no solo redefine el mapa del comercio internacional, sino que también determina el acceso a tecnologías críticas, a inversiones estratégicas, a financiamiento y a recursos clave".
Para América Latina, Pussetto señaló que los desafíos como "desigualdad, inestabilidad institucional, dependencia de materias primas [y] baja productividad" coexisten con oportunidades en sectores como "la energía, los agronegocios, la tecnología, la economía del conocimiento y los servicios globales". Subrayó que en este contexto, "los márgenes de error son cada vez más estrechos".
Al cerrar su análisis, enfatizó que "la capacidad para anticipar y adaptarse se convierte en una fuente decisiva de ventaja competitiva", especialmente en economías emergentes donde "surgen vacíos, demandas nuevas [y] ventajas comparativas transitorias o estructurales que pueden ser aprovechadas por quienes comprenden con mayor profundidad las dinámicas en juego".
2. Fernando Marengo: el dólar, la deuda de EE.UU. y el impacto en América Latina
Marengo centró su análisis en los desequilibrios estadounidenses: "Estados Unidos paga una tasa de interés promedio del 2.5% sobre su stock de deuda, pero cada vez que debe renovar vencimientos [...] lo hace a tasas claramente por encima del 4%". Explicó que, pese a esto, el dólar se mantiene fuerte porque "el mundo le demanda dólares a Estados Unidos por un tema de liquidez o como unidad de cuenta".

Para las economías emergentes, el panorama es preocupante: "Cada nueva estimación de crecimiento del mundo se va corrigiendo a la baja" y "los flujos de capitales que van a economías emergentes [dependen] de la tasa de retorno ajustada por riesgo", actualmente desfavorable. Marengo fue contundente: el escenario es "entre medianamente negativo y negativo".
El especialista, quien es economista jefe de BlackTORO Global Investments, destacó que los commodities tampoco ayudan: "Los precios de los commodities se van a mantener estables en los niveles actuales, que son históricamente bajos". Solo conflictos como la guerra entre Israel e Irán generan alzas temporales: "El precio del petróleo subió (y esto es una ayuda importante, por ejemplo, para Argentina)", aunque la curva de futuros anticipa caídas.
Sobre América Latina, Marengo fue pesimista: la combinación de tasas altas en economías desarrolladas, bajo crecimiento global y precios deprimidos de materias primas limita las oportunidades de la región en el corto plazo.
3. Paul Segal: el enigma del desarrollo latinoamericano
Segal planteó el "rompecabezas del desarrollo" latinoamericano comparando a México y Argentina desde 2000: el primero con "inflación baja y estable" y el segundo con "inflación alta e inestable", pero ambos con crecimientos mediocres (0.5% y 0.9% anual respectivamente). Esto lo llevó a afirmar que "a pesar de haber hecho muchas cosas bien, el desempeño en términos de crecimiento ha sido decepcionante".
El economista, profesor titular en el área de Economía y Finanzas en IAE Business School con un DPhil y un MPhil en Economía, y un BA en Matemáticas y Filosofía, todos de la Universidad de Oxford, identificó tres problemas estructurales: 1) "Ningún país logró crecimiento sostenido sin fuerte inversión pública", 2) "Latinoamérica invierte sólo el 0.6% del PIB en I+D" (vs 2.8% en Asia Oriental), y 3) La necesidad de una "apertura internacional inteligente". Criticó especialmente que "proteger industrias ineficientes frena la productividad".
Segal analizó casos exitosos como Singapur, que "subió en la cadena de valor dirigiendo inversión pública a sectores que aprovechaban insumos chinos". Para él, el modelo asiático muestra que "el comercio y la inversión extranjera pueden impulsar una mejora en la productividad", pero requieren estrategias activas de desarrollo.
Cerró con una reflexión sobre desigualdad: "América Latina ha sido históricamente desigual, y la brecha se amplió en los años 80 y 90". Aunque reconoció avances en la primera década del siglo XXI, sostuvo que el crecimiento debe "mejorar el nivel de vida de toda la población" para ser sostenible.
4. Eduardo Fracchia: los riesgos de la coyuntura argentina
Fracchia diagnosticó que Argentina está en "estanflación desde 2011", con un PBI que tuvo sus picos en 2017 y 2022. Detalló un consumo "heterogéneo": los bienes durables (autos, electrodomésticos) se dinamizan por el crédito, mientras el consumo masivo sufre por la "situación salarial", especialmente en el sector informal donde hay "peor situación salarial".
Sobre el sector externo, alertó que aunque la balanza comercial será positiva en 2025, la cuenta corriente tendrá un déficit de "15.000 millones de dólares" por el turismo emisivo. Esto pone en riesgo la estabilidad: "El Fondo [FMI] considera que el nivel del dólar está retrasado un 25% aproximadamente". Recordó que "las experiencias de Chile a inicios de los 80 o el sudeste asiático en 1997 constituyen ejemplos" de crisis cambiarias con superávit fiscal.

En materia fiscal, destacó que Argentina logrará un "superávit primario de 1,6%" en 2025, gracias a la reducción del gasto y mejores resultados de empresas públicas. Sin embargo, advirtió que "no parece que haya recursos fiscales extraordinarios" porque las privatizaciones anunciadas no avanzaron.
Titular del área de Economía y Finanzas y doctor en Dirección de Empresas del IESE, Universidad de Navarra, Fracchia celebró que la inflación en mayo fue de 1.5%, pero recordó que persisten ajustes pendientes: "Queda todavía ajustar tarifas en la recta final de este lento sinceramiento que lleva una década". Mencionó que las paritarias con aumentos por debajo de la inflación ayudaron a esta desaceleración.
5. Marina Dal Poggetto: la prioridad es octubre
Economista de la UBA y Master en Políticas Públicas de la Universidad Torcuato Di Tella, Marina Dal Poggetto fue blanco de criticas desde el Gobierno por algunos de sus análisis. En su artículo, analizó la estrategia del gobierno para llegar a las elecciones de octubre: mantener el "carry trade" con dólar atrasado, sin que el BCRA compre divisas en el mercado. Detalló que el Tesoro se financió con un "Repo por u$s 2.000 millones" y una "colocación en pesos a no residentes contra dólares por otros u$s 1.500 millones" para cubrir vencimientos.

La economista cuestionó esta política: "La decisión de no comprar dólares para seguir atrasando el tipo de cambio no termina de cerrar", especialmente cuando aumentan las importaciones, cae el turismo receptivo y crece el "déficit de cuenta corriente partiendo de uno en torno a 1,7% del PIB en 2025 (USD 12.000 millones)".
Advirtió sobre los desafíos postelectorales: en 2026 vencerán "USD 20.000 millones del Sector Público Nacional (incluyendo los Bopreales del BCRA)" y se habilitará el "giro de utilidades al exterior". Por eso preguntó: "¿El Gobierno busca forzar el 'carry forever' [...] o intentarán, luego del esperado 'triunfo electoral', un recalibramiento del programa con nuevas bandas?".
Dal Poggetto cerró con una advertencia: "Sin prestamista de última instancia ilimitado, no luce financiable un aumento sistemático en el déficit de cuenta corriente". Su análisis muestra los límites del actual modelo económico más allá de octubre.
6. Damián Falcone: empresas frente al riesgo geopolítico
Falcone comenzó señalando que "el nivel actual de riesgo geopolítico ha alcanzado su punto más alto en muchos años", con ejemplos como "la guerra en Medio Oriente" y "las tensiones arancelarias entre Estados Unidos y sus socios comerciales". Para medirlo, citó el BlackRock Geopolitical Risk Indicator (BGRI), que analiza "la frecuencia de palabras relacionadas con estos riesgos en informes financieros".

Detalló cómo estos conflictos impactan a las empresas: "Las tarifas sobre bienes importados, especialmente de China, afectan insumos tecnológicos y manufacturas", mientras que "las interrupciones en las cadenas de suministro generan demoras y mayores costos logísticos". Sectores como agroindustria y minería son especialmente vulnerables.
Para el corto plazo, recomendó a las empresas "optimizar inventarios" y "mantener niveles de liquidez de seguridad". En el mediano plazo, sugirió "diversificar mercados hacia regiones más estables" e "implementar tecnologías locales", así como "formar equipos capacitados para anticipar shocks geopolíticos".
Falcone, quien es Managing Partner de la consultora UpSide Risks y profesor de gestión de riesgos y finanzas en IAE Business School, concluyó que "las tensiones internacionales persistirán en el futuro cercano", por lo que las empresas deben "desarrollar capacidades de anticipación y respuesta". Su enfoque práctico conecta riesgos globales con decisiones empresariales concretas.













