

“La ministra (de Producción, Débora Giorgi) se equivoca cuando defiende el acuerdo con Brasil”. Cristiano Ratazzi, presidente de Fiat argentina, saludó esta mañana el plan de financiamiento subsidiado para la compra de autos anunciado ayer por la presidenta Cristina Kirchner, aunque relativizó el impacto que tendrá en la industria y cargó duramente contra el acuerdo al que llegó recientemente el país con el socio mayor del Mercosur.
El acuerdo bilateral para el sector automotriz estará vigente hasta julio del año que viene e incluye un flex de 1,5: eso implica que por cada dólar que la Argentina exporta al vecino país, puede importar hasta u$s 1,5.
“Ese flex es una limitación del comercio. En el 2000 se puso el flex y en el 2001 tuve que cerrar la fábrica. No voy a tener que cerrar esta vez, pero sí correr el riesgo de exportar menos a Brasil, porque como Brasil a veces sube más rápido, me pasa que si hago un programa de exportaciones de 130.000 autos a Brasil y de importaciones de 70.000 autos, eso tengo que pagarlo y me cuesta un turno de producción”, criticó el empresario.
“Este flex siempre le costó a la Argentina”, sostuvo Ratazzi y planteó: “No puedo calcular en mi fábrica lo que el resto de la industria hace, si importa más o menos; tengo que ver mi programa de importación y exportación”.
El presidente de Fiat se quejó de que en las negociaciones bilaterales “no avanzaron nada” para que los autos de fabricación argentina puedan beneficiarse de los distintos planes de promoción y financiamiento del gobierno brasileño. “Esas cosas no se entienden”, se quejó.
Sobre el plan anunciado ayer por Cristina, planteó: “Lo que no se dice es que el mercado (automotriz) está abajo entre el 35 y el 50%... y eso no se cura así, simplemente, porque hay un crédito”, aunque también reconoció que “cualquier cosa que haga vender diez o cien o mil autos más, es bueno” y que “el crédito parece bastante bien armado con el Banco Nación”.













