

"La cepa de Manaos es muy peligrosa y mucho más contagiosa. Y lo estamos viendo con lo que pasa en Brasil y Paraguay. Hay que evitar eso llegue acá. En la provincia detectamos la variante de Manaos en pocos casos, pero sin empezar con circulación comunitaria. Es como una carrera contra el tiempo y el virus". La frase de Axel Kicillof en CNN Radio el domingo fue premonitoria: ayer el ministerio de Córdoba detectó un caso del virus SARS-CoV-2 de un argentino que regresó al país.
El bonaerense no es el único gobernador preocupado por las fronteras, convencido que la segunda ola de coronavirus será inevitable, en la antesala del invierno y con una campaña de vacunación que, por problemas de stock mundial, va más lenta de lo deseado. Por eso, según puso saber El Cronista, Alberto Fernández agendó para mañana al mediodía una videollamada con todos los mandatariospara analizar posibles medidas aún más restrictivas para el ingreso al país y hasta para evaluar limitar el tránsito entre las provincias.
El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán blanqueó la medida que pide Kicillof hace dos semanas: un cierre de fronteras quirúrgico al menos con países limítrofes que tengan sus estadísticas complicadas. Brasil, que ayer registró un nuevo récord diario con más de 90.000 casos positivos de Covid-19, encabeza la lista.
"A partir del decreto que se renueva el día 12 de marzo se va a restringir muy fuertemente la salida de nuevos turistas hacia las regiones de circulación del virus", auguró Gollán. Días después, en el comité nacional integrado por todos sus pares se debatió entre priorizar la salud y el turismo: ganó el segundo.
La Casa Rosada dio pequeños pasos. Primero limitó la cantidad de vuelos y ayer anunciaron que reforzarán los controles frente a un nuevo fenómeno, el de los PCR "truchos" (ver aparte). En el gobierno bonaerense adelantaban que insistirán con medidas más severas. "Ya tendría que estar cerrada la frontera", se lamentan en La Plata. Al igual que los demás distritos, cuentan las vacunas que les quedan.
Ayer la Casa Rosada anunció un nuevo vuelo, el séptimo, a Rusia. No quisieron revelar con cuántas dosis de la Sputnik V regresará.













