La derrota legislativa de La Libertad Avanza producida por la baja a comisión de la Ley Bases significó un punto de quiebre para el presidenteJavier Milei con los opositores, a los cuales no dudo en diseccionar y catalogar de "aliados" y "traidores" según su apoyo a los diferentes artículos e incisos del proyecto legislativo.
De todos los bloques que habitan la Cámara de Diputados, el PRO fue el único que acompañó de manera unánime a los libertarios tanto en la votación en general como en los que se llegaron a hacer en particular. Así, el Presidente reconfirmó la presunción de que el partido fundado por Mauricio Macri es la principal fuerza en la que se puede apoyar a los fines de dotarse de mayor gobernabilidad.
"Dejé en evidencia que son unos delincuentes, generamos un ordenamiento ideológico, quiénes están a favor de la libertad y quiénes en el curro de la política. La gente pudo ver con claridad quiénes son los delincuentes y quiénes quieren sacar el país adelante", expresó el Presidente en una entrevista radial reciente, mientras todavía estaba en Italia.
El alcance del pacto LLA-PRO
Los diálogos de Milei con Macri son frecuentes. El libertario lo consulta en momentos de dudas y ambos debaten sobre las decisiones que hacen a la coyuntura.
Si bien el exjefe de Gobierno porteño siempre fue partidario de que ambas fuerzas debían converger, siempre marcó que esto debía darse en un momento oportuno.
La necesidad de una alianza se hizo evidente para Milei con lo sucedido la semana pasada. La cuestión todavía versa en cuánto está dispuesto a ceder y cómo podría ser ese pacto.
En término de áreas, el jefe de Estado está convencido de que LLA y el PRO el Congreso será el primer ámbito en el cual se podría hacer un acuerdo explícito. Esto, suponen, será tema de conversación de un posible encuentro que podrán desarrollar ambos dirigentes en las próximas semanas.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, está enemistada con el exmandatario, pero busca cimentar las condiciones para que las tratativas se consoliden. Incluso, piensa en un pacto más amplio que englobe a diputados y dirigentes díscolos del radicalismo, del peronismo federal y otros espacios periféricos; aunque el terreno para aquello todavía no es propicio.
Entre los diputados libertarios todavía persiste la duda de cómo podría llegar a realizarse: "Venimos trabajando muy bien con ellos, si hay un acuerdo más avanzado será decisión del Presidente, nosotros no vamos a interceder", indicó uno de sus referentes en diálogo con El Cronista.
A pesar de la buena voluntad de ellos, la mayoría de los integrantes del bloque ya anuncian que no cederán la titularidad de la cámara baja que actualmente ostenta Martín Menem, algo que continúa siendo anhelo del jefe de bancada amarillo Cristian Ritondo.
Entre los integrantes del partido referenciado en Mauricio Macri todavía son cautelosos, dado que las elecciones partidarias son inminentes y pretenden que cualquier alianza se firme con posterioridad a la elección de nuevas autoridades.
"El PRO comparte el rumbo del Gobierno y va a apoyar de buena fe. Pero mientras tanto hay discusiones que tenemos que hacer para adentro", dicen desde la fila de uno de sus máximos referentes. Se espera que el fundador del espacio sea quien presente una lista única en esos comicios y posibilite un recambio generacional de los dirigentes.
En el hipotético caso que LLA consiga un interbloque con el bloque PRO, este constaría de 77 bancas, un número ampliamente superior al que tiene actualmente el oficialismo, pero que no sería suficiente como para poder generar quórum de manera sencilla: la UCR y Hacemos Coalición Federal seguirán siendo los actores que posibiliten o no el éxito reformista de Milei.
La posibilidad de que haya un recambio de ministros y secretarios libertarios para colocar a alfiles del PRO tiende casi a cero.
El mandatario libertario comenta tanto en público como en privado que, aunque lo respete y considere fuertemente sus apreciaciones, no quiere supeditarse al liderazgo del expresidente.
En el corto plazo, los puestos vitales de su Gabinete no sufrirán cambios y, en todo caso, decidirá la incorporación de dirigentes en base a su criterio y no por imposición de dirigentes que no son parte de su círculo íntimo.
Quienes lo conocen dan a entender que los únicos capaces de torcer sus decisiones son su hermana y secretaria general Karina Milei, el asesor Santiago Caputo y el jefe de Gabinete Nicolás Posse; que integran el círculo de estrechísima confianza del libertario.