Mauricio Macri y Patricia Bullrich coincidieron en enviarle a las 17.30 un mensaje de agradecimiento a los fiscales que están en las mesas de votación de todo el país, con un pedido especial: que pongan especial atención a partir de las 18, cuando empezaron a abrirse las urnas.
"No parece que sea necesario, nuestros fiscales están con el cuchillo entre los dientes, defendiendo nuestros votos, pero no está de más que escuchen a sus líderes" dijo un fiscal general del PRO desde Pilar, asombrado por la convicción con la que están custodiando el respeto a las boletas que defienden.
El porcentaje de votantes, de por sí, es una victoria para la alianza entre LLA y el PRO. Con 76% de participación según datos oficiales, en el PRO aseguran que el operativo "fin de semana largo" no funcionó, ya que el porcentaje de votantes es apenas por debajo del que acudió a las urnas en la primera vuelta, que llegó al 77%.
Macri votó a las 11.30 y se dirigió a su casa de Acassuso, a almorzar con su familia. Bullrich lo hizo a las 14, y volvió a su departamento cercano al Jardín Botánico. Cristian Ritondo, vital en las tareas de fiscalización en la provincia de Buenos Aires, lo hizo en General Pacheco a las 12. Almorzó y se trasladó hacia su despacho en la Cámara de Diputados a seguir con su equipo el conteo.
A las 20 está prevista la visita de un grupo de dirigentes del PRO al bunker de LLA, liderado por Macri y Bullrich. Por lo que le informaron a El Cronista, fue el propio Milei el que se encargó de invitarlos y si bien dudaron, para no opacar el triunfo del libertario en caso de concretarse, todo indicaría que se harán presentes. Ninguno se subiría al escenario ante una eventual victoria, según lo que trascendió.
Quizás alguna foto, una preparación de un mensaje de unidad para el día siguiente que aquiete a los mercados y un análisis del discurso apropiado para las horas que siguen. Por lo menos, esto es lo que se dice ahora.
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