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La construcción de las dos represas hidroeléctricas de Santa Cruz, que son financiadas por China, está frenada desde el 18 diciembre pasado. Los operarios están en su casa, a la espera de que el Gobierno negocie con el China Development Bank (CDB) un desembolso de 520 millones de dólares, y la obra corre serio riesgo de quedar paralizada por siempre. El peligro de un Elefante Blanco en la Patagonia.
Poco antes de finalizar 2023, el avance de la represa Néstor Kirchner estaba en un 20%; la Jorge Cepernic, un 45%, y la línea de Extra Alta Tensión en 500 kilovoltios (kV), poco menos de un 10%, lo que implica un promedio algo por debajo del 30%.
Pero como -cuentan fuentes cercanas al proceso- es habitual en la obra pública, las nuevas autoridades del Ministerio de Economía y de Energía Argentina (Enarsa, comitente de la obra) decidieron parar la pelota y revisar los contratos.
A diferencia de otras, esta obra cuenta en un 100% con financiamiento chino, que está sujeto a la firma de la Adenda XII (12) al contrato comercial. Hasta el momento, el país oriental, a través de un consorcio integrado por el CDB, el ICBC y el Bank of China, transfirió u$s 1850 millones sobre el crédito total de u$s 4714 millones.
Deuda con China y cronograma de obras
Si las represas no se terminan, la Argentina se quedaría con la deuda y sin posibilidad de repagarla mediante la generación de energía, además del pasivo ambiental que deberá remediar en Santa Cruz. La Unión Transitoria de Empresas (UTE) a cargo de la construcción está compuesta por la constructora china Gezhouba y las argentinas Eling Energía (ex Electroingeniería) e Hidrocuyo.
Se prevé que la represa Jorge Cepernic recién pueda empezar a generar energía eléctrica en 2026, y la Néstor Kirchner, en 2028; originalmente, tendrían que haber estado listas para 2021. El plazo del préstamo contemplaba 5 años y medio de gracia a partir del inicio de la construcción, con 20 años para el pago del capital y los intereses.
Si no se termina la obra, queda la deuda y el pasivo ambiental
La dotación total del personal es de 2800 personas, entre las que hay ingenieros de alta calificación chinos y obreros argentinos, que ahora están cobrando el 80% del sueldo por convenio.
La obra también está atrapada por la tensión geopolítica con China, después de que el presidente Javier Milei dijera que no negociará con "comunistas" y que se rumorearan vínculos entre la canciller Diana Mondino y representantes diplomáticos de Taiwán.
Y también es muy cara a los sentimientos de Cristina Kirchner, que la licitó en su presidencia, le puso el nombre de su esposo a una de las represas y visitó la provincia en agosto de 2020, justo cuando la Argentina estaba cerrando la negociación de su deuda externa.
Las centrales están a unos 150 kilómetros de la localidad de El Calafate y se abastecen con el agua del Lago Argentino, producto del deshielo del Glaciar Perito Moreno. En Santa Cruz ya hay 2 turbinas tipo Francis que tienen una capacidad de potencia instalada de 120 megavatios (MW) cada una.