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Tarda en llegar ¿y al final hay recompensa?

"Tarda en llegar, y al final, hay recompensa". La frase de Zona de promesas, la canción que juntó a Mercedes Sosa con Gustavo Cerati se podría utilizar sin problemas para graficar la situación en la que se encuentran las negociaciones entre la Argentina y el FMI.
La primera parte de esa frase se hizo realidad: el equipo técnico del Ministerio de Economía viajó finalmente a Washington a darle más fuerza a las conversaciones. Ahora falta que llegue la recompensa, es decir la firma de las nuevas condiciones que se pautarán.
Massa todavía no se tomará un avión. Está a la expectativa de algún llamado que le de bandera verde, es decir que le confirme que está todo listo para la firma. La expectativa inicial es que esto ocurra el viernes; pero todavía nadie está en condiciones de apurarse a confirmarlo.
Efecto tarifas: caen los subsidios a la energía, el transporte y el agua
Lo cierto también es que al Gobierno lo corre el calendario. Primero, porque la Argentina deberá pagarle al Fondo los u$s 2700 millones correspondientes a junio y que se patearon para fines de este mes, a lo que habrá que sumarle algo más de u$s 700 millones que vencerán el 1 de agosto.
Con el nuevo acuerdo, la Argentina recibiría del FMI un desembolso todavía no determinado, y parte de ese total lo destinaría a cubrir ese rojo.
La otra razón por la que se corre detrás del calendario es que en agosto el Fondo Monetario entra en receso por vacaciones. Esto quiere decir que, o el nuevo acuerdo llega ahora, o ya quedará para después de las PASO, algo que Economía quiere evitar.
Operativo despegue

La boleta única de papel por categoría le ahorró un disgusto a Pablo Javkin: pese a hacer campaña y formar parte de las listas de Carolina Losada, el precandidato a intendente no se vio arrastrado por su derrota.
Mientras que Losada reunió el 37,1% de los votos de en esa ciudad (versus Pullaro, que se hizo del 40%), Javkin superó el 42%.
En concreto, el actual jefe comunal que apuesta a ir por su reelección sacó unos 9000 votos más que la senadora. Así, se impuso en la interna de Unidos para cambiar Santa Fe y se convirtió en el candidato a intendente de Rosario más votado.
Al día siguiente de la derrota de Losada, la preocupación de los allegados de Javkin era que los carteles con el rostro de Losada que, por lejos eran los más llamativos (llevaban fondo amarillo PRO y letras negras), en muchos casos llevaban al intendente a su lado. Ante este escenario los equipos de Javkin se empezaron a movilizar para despegar al candidato (y los carteles) de Losada.
Massa, el equilibrista en medio de los tironeos

En Hurlingham tironean de Sergio Massa. El ministro y precandidato que hace equilibrio para contener a todos. La Cámpora desafía al intendente Juan Zabaleta que, como dijo el Presidente, tuvo que dejar el ministerio de Desarrollo para cuidar su pago chico.
Su ex interino el camporista Damián Selci alineó al kirchnerimo y en su lanzamiento como precandidato a intendente tuvo en el escenario a Máximo Kirchner y Eduardo Wado de Pedro, entre otros precandidatos de las listas legislativas. No fueron en cambio ni Massa ni Axel Kicillof que cuidan el vínculo con Juanchi Zabaleta.
Al kirchnerismo le molestó que el intendente dijera que Massa fue a Hurlingham a acompañarlo. Y salieron a decir que "eso nunca pasó". Lo cierto es que Juanchi fue a un acto en San Martín y ahí se sacó una foto con Massa.
Un dato del equilibrio massista que levantan en la trinchera camporista es que al acto de Selci fueron y se subieron al escenario Juanjo Álvarez y Rubén Eslaiman, dos personas del riñón de Massa.
En la pelea de fotos Selci se sacó una con Cecilia Moreau. presidenta de la Cámara de Diputados. Fue lo más cerca que llegó del riñon massista.
Zabaleta también dijo que la candidatura de Selci representa un peronismo cerrado, pero la lista de Damián está compuesta por: un dirigente del PJ que fuera presidente del bloque de concejales durante el primer mandato de Zabaleta; los tres sindicatos municipales (FESIMUBO, STMH y UPCN), el FR (sector de Juanjo Álvarez), Patria Grande y todas las organizaciones kirchneristas sin excepción.
Todos piden: el clásico en tiempos de elecciones

Dólar especial y reacomodamiento de precios "más generoso". La cabeza del mundo de los alimentos en la Argentina hoy pasa en buena parte por estas dos cuestiones. Productores o fabricantes, todos tienen algo que decir a la hora mirar sus números y las reglas de juego.
La primera tiene que ver con un reclamo que, pese a que el Gobierno ya dijo que "no hay chances" de que se de, igualmente mantiene en vilo a los productores de diferentes economías regionales. Se trata del dólar agro, que les dio a los exportadores de distintos sectores un tipo de cambio especial para exportar, y que ahora pretenden que se reedite.
Acusan serios inconvenientes por la desaparición de esta herramienta y presionan para que vuelva, pero hoy el "no" del Gobierno parece ser definitivo.
El otro eje pasa por Precios Justos. La etapa actual del programa oficial vence a fin de mes, y las alimenticias pretenden que la pauta del incremento de precios llegue al menos al 5%, contra el 3,8% que rige hoy.
Para Economía, ninguna de las dos resoluciones son simples, y menos en tiempo electoral. Un dólar especial podría generar nuevas rispideces internas entre quienes confían en el ingreso de más dólares y quienes dicen que ya no corresponde dar estas ventajas al campo.
En tiempo de elecciones, todo está por verse.










