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Ahora que la discusión por el equilibrio fiscal se instaló por las leyes que aprobó el Senado la semana pasada, resulta oportuno repasar qué pasó con el balance operativo de las empresas públicas, que venían arrastrando un profundo déficit, fruto de que por sus actividades específicas recaudaban, casi todas, mucho menos del dinero que necesitaban para afrontar todas sus obligaciones.
Es decir, tenían ingresos operativos muy inferiores a los gastos operativos. La diferencia la ponía el Tesoro. Esto se explicaba, casi exclusivamente, por la política de subsidios masivos que aplicó el kirchnerismo en todos los mandatos presidenciales.
Justamente para que el Gobierno del presidente Javier Milei alcanzara un superávit fiscal primario y financiero en el primer trimestre de este año, fue crucial el recorte de subsidios, sobre todo en el sector energético y, en parte, en el transporte.
Esa medida resultó decisiva para que el conjunto de las 32 empresas públicas registrara, por primera vez en años, un superávit operativo en el balance que refiere al primer trimestre de 2025. Aunque aún persisten empresas fuertemente deficitarias, el saldo operativo fue positivo: alcanzó el equivalente a 50 millones de dólares.
No hay registro de un número positivo en la base de datos de la secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía, cuya serie arranca en el tercer trimestre de 2019. Difícil que surja algún dato superavitario en lo que va del siglo 21.
El dato surge de cotejar los resultados operativos de las 32 empresas públicas. Agrupando los balances de todas, se observó un superávit operativo de 51.619 millones de pesos en el primer trimestre de este año, equivalente a 50 millones de dólares tomando el tipo de cambio oficial promedio de ese trimestre. Es un número impactante si se considera que en los primeros trimestres de los años anteriores los déficit operativos eran uno de los principales agujeros del fisco.
La serie oficial marca que, siempre tomando en cuenta solo el primer trimestre de cada año, en 2020 el rojo operativo alcanzó los 316 millones de dólares. Para 2021 creció a U$S 628 millones, saltó a US$ 880 millones en 2022 y trepó hasta los U$S 1126 millones en 2023. Con el cambio de Gobierno, en el primer trimestre de 2024 el déficit operativo bajó a U$S 617 millones de dólares y ahora, 2025, se revirtió a un superávit de 50 millones de dólares.
Subsidios y tarifas
Entre las empresas que revirtieron el fuerte déficit operativo que se venía observando en los últimos años se destacan Aguas y Saneamiento S.A: (AYSA), Aerolíneas Argentinas y Enarsa. En AYSA y Enarsa fue clave el nuevo enfoque tarifario.
AYSA elevó sus tarifas para que estos ingresos cubrieran sus gastos operativos. Además, aplicó un fuerte ajuste en su plantel. En un año su plantel bajó de 7.473 a 6.267 empleados.
El resultado: AYSA cerró el primer trimestre del año con un superávit operativo de 122.852 millones de pesos. Además, esta es la empresa que está en primera línea para ser privatizada.
Enarsa por sí sola explicaba al menos la mitad del déficit operativo hasta 2024, ahora mostró números equilibrados, que le permitieron cerrar el trimestre con un superávit de algo más de 200 millones de pesos. En esto fue clave la menor importación de energía (gas) y los aumentos tarifarios que aliviaron el gasto en subsidios.
Aerolíneas Argentinas mostró un sorprendente superávit operativo de $ 121.712 millones, que se explica por la muy fuerte venta anticipada de tickets aéreos y un aprovechamiento -mientras existió- de la brecha cambiaria. La empresa vendía pasajes al valor del dólar paralelo pero liquidaba divisas al cambio oficial.
En 2023 y 2024 eso fue crucial para enderezar sus números. En la empresa afirman que por hacer jugar la brecha cambiaria a su favor, Aerolíneas Argentinas tuvo en 2023 ingresos extra por U$S 530 millones, que bajaron a U$S 150 millones en 2024 y a U$S 30 millones de dólares este año. Con la apertura del cepo cambiario, a mediados de abril, la brecha desapareció.
Además, este año la empresa avisó que no le pedirá un solo peso al Tesoro. Se dice que desde Economía le dieron esta directiva. "Hagan lo que quieran con la empresa, ajusten personal y tarifas, cierren rutas o lo que sea, siempre que no nos pidan un peso". Por ahora, están cumpliendo. El plantel bajó de 11.809 a 10.250 empleados. También se modificaron los convenios laborales para mejorar la productividad. Y además, Aerolíneas dejó de operar rutas deficitarias, internacionales y de cabotaje.
En el caso de cabotaje, Aerolíneas logró acuerdos bilaterales con algunas provincias. A cambio de mantener operativos los tramos (la mayoría no pasan por Aeroparque) son los tesoros provinciales los que compensan las pérdidas operativas si la ocupación no alcanza el mínimo indispensable.
El informe de Hacienda señala que la empresa aérea, también sujeta a privatización, modificó algunas prácticas contables "con el fin de reflejar correctamente el impacto económico del diferimiento que existe entre la fecha de venta de tickets aéreos y las fechas efectivas de vuelo." Hasta el año pasado, Aerolíneas recién registraba el ingreso por ventas anticipadas cuando se producía el vuelo, y no cuando realmente facturaba la venta de dicho pasaje.
Déficit de largo plazo
El cambio en las políticas de subsidios estuvo focalizado en el frente energético. Los números indican que el transporte ferroviario seguirá siendo deficitario por muchos años, dado el impacto que tiene la tarifa del tren urbano sobre los presupuestos de los asalariados.
Los números de Hacienda muestran que la operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (OFSE) mostró un déficit de 202.691 millones de pesos. Es la empresa estatal que tiene el mayor déficit operativo. Igual, hubo ajuste en el complejo ferroviario. Por lo pronto, se liquidó la empresa Desarrollo de Capital Humano Ferroviario (DECAHF), que también era fuertemente deficitaria, fruto entre otras cosas de que el massismo -pisaba fuerte en el área transporte- inundó de militantes la planta permanente de la empresa.
A los trenes la sigue en el ranking de empresas más deficitarias Yacimientos Carboníferos Río Turbio, con un rojo operativo para el primer trimestre de este año de 24.673 millones de pesos.
Una a una, las empresas con saldo a favor y en rojo
Las empresas que mostraron superávit operativo en el primer trimestre del año son:
AYSA ($ 122.852 millones); Aerolíneas Argentinas ($121,712 millones); Administración General de Puertos ($ 44.675); Nucleoeléctrica Argentina $ 32.902 millones); Correo Argentino $ 21.054 millones);
Empresa Aérea de Navegación Aérea $ 10.427 millones); VENG S.A. ($ 7212 millones); Yacimiento Minero Agua de Dionisio ( $ 6347 millones); Intercargo ($4281 millones); AR-SAT ( $ 3.753 millones); Dioxitek ($ 2388 millones) y Enarsa ($ 205 millones).
Con rojo operativo aparecen:
Polo Tecnológico $ 18 millones); Radio Universidad Nacional del Litoral ($ 38 millones); INTEA ( $ 177 millones); DECAHF ($ 341 millones); Playas Ferroviarias ( $ 563 millones), Agencia de Publicidad del Estado APE, ex Télam ( $ -929 millones); Servicio de Radio y TV de la Universidad Nacional de Córdoba ( $ 953 millones); Contenidos Artísticos e Informativos(señales de televisión Encuentro, Pakapaka, Deportv y el estudio Animar MoCap) mostró un rojo de $ 1.012 millones; Corredores Viales ($ 1099 millones); Tandanor ($ 1427 millones); Educ.Ar ($ 1525 millones).
Administración de Infraestructuras Ferroviarias ($ 4.618 millones); Fábrica Argentina de Aviones "Brigadier. San Martín" ($ 6019 millones); Ferrocarriles Argentinos ($ 6203 millones); Fabricaciones Militares ($ 6914 millones); Casa de Moneda ($ 12.560 millones); Radio y TV Argentina ( $ 15.411 millones); Belgrano Cargas ($ 20.954 millones); Yacimientos Carboníferos Río Turbio ($ 24.673 millones y Operadora Ferroviaria ( $ 220.691 millones).