

La oposición salió a fustigar con dureza a Cambiemos después de la escandalosa madrugada de ayer, cuando el oficialismo dejó sin quórum la sesión en la que se había comprometido a votar el rechazo al mega DNU a cambio de la aprobación de los tres proyectos de ley que lo reemplazarán. Apenas pasadas las 2:30, y cuando las tres iniciativas ya habían conseguido media sanción, todos los diputados Cambiemos se pararon y dejaron sus bancas. Los acompañaron sus aliados todoterreno del bloque Justicialista, que responde a los gobernadores peronistas.
La decisión de tratar primero los proyectos de ley y después el rechazo del DNU había sido cuestionada desde el inicio de la jornada por el kirchnerismo y el massismo; aunque fue el Frente Renovador el que finalmente aportó sus votos para que Cambiemos pueda habilitar el temario en ese orden. Llegada la madrugada, aquella votación que había tenido lugar pasado el mediodía cobró una relevancia particular.
Apenas aprobados los tres proyectos de ley, fue la jefa del bloque del massismo, Graciela Camaño, la que advirtió que el oficialismo se preparaba para dejar la sesión sin quórum. Mientras los cambiemistas y los justicialistas dejaban sus bancas, pidió la palabra el jefe del bloque del Frente para la Victoria-PJ, Agustín Rossi. "Son una porquería como bloque oficialista. No tienen límites. Estas cosas después se pagan. No pretendan juego limpio de ninguna fuerza política en este Congreso después de lo que hicieron", advirtió. Lo respaldó Camaño: "Lo que hicieron es bochornoso", reclamó.
Los gritos, en el recinto, también apuntaron contra el presidente del bloque Justicialista, Pablo Kosiner, cuyos diputados abandonaron la sesión junto a Cambiemos y habían aportado los votos clave para que el oficialismo consiguiera con entre 139 y 140 votos la media sanción de los tres proyectos de ley que reemplazarán al mega DNU, aunque con dos modificaciones importantes: la eliminación de la embargabilidad de las cuentas sueldo y de la flexibilidad que pretendía darle al Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSeS para que actúe como un ente financiero más del mercado. Ambas cuestiones, sin embargos, siguen actualmente vigentes, ya que el mega DNU no cayó.
Tonelli defendió la jugadaEntre las pocas voces oficialistas que defendieron después del escándalo la estrategia de Cambiemos estuvo la del macrista Pablo Tonelli, quien enfatizó que su bloque no violó "ninguna norma ni ningún reglamento" con la jugada. "La oposición insistió más allá de lo razonable. Ya habíamos aprobado tres proyectos que lo reemplazan", dijo en declaraciones a la agencia oficial Télam. "Desde nuestro punto de vista, no tenía sentido discutir el DNU cuando ya habíamos discutido el contenido y ante la insistencia injustificada de la oposición optamos por finalizar la reunión", agregó sobre el acuerdo político al que había accedido su bloque y que luego hizo caer.













