La discusión sobre la acumulación de reservas y la velocidad del proceso suponen un desafío para el objetivo primordial del programa: la baja de la inflación.

El presidente Javier Milei explicó que la acumulación de reservas se hará a través de la remonetización de la economía y que no iba a “comprar dólares como un delirante” para evitar que el tipo de cambio suba.

En Argentina las subas del dólar suelen traducirse en mayores precios, pero en los últimos meses se ratificó una caída en el fenómeno del pass through. Según Invecq, desde abril hasta septiembre el dólar subió un 31% y la inflación un 13%, “configurando el pass through más bajo de los últimos episodios de tensión cambiaria”.

A pesar de esto, el Gobierno quiere evitar sumar ruido en el mercado cambiario. “Si el Gobierno compra dólares, aumenta la demanda y presiona al alza el tipo de cambio. De esa forma, más allá de que aún es bajo, va a existir un traslado a precios. Por eso, busca acumular reservas tomando deuda, así la demanda y la oferta aumentan en igual proporción”, explicó al respecto Claudio Caprarulo, director de Analytica.

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Una de las vías del Gobierno para sumar reservas es a través del Tesoro. El equipo de research de Max Capital, desde el 27 de octubre los depósitos del Tesoro aumentaron en u$s 79 millones y alcanzaron los u$s 719 millones al 19 de noviembre.

“Parte de las compras recientes se hicieron directamente al Banco Central, por lo que no computan para la acumulación de reservas. Recién en las últimas semanas el Tesoro comenzó a realizar pequeñas compras en el mercado, por u$s 68 millones entre el 18 y el 19 de noviembre, que sí contribuyen a la acumulación de reservas (dado que se depositan en la cuenta del Tesoro en el BCRA)”, explicaron.

Un desafío se interpone en esta estrategia. “El Tesoro no tiene mucho margen para sostener las compras y apuntalar únicamente por esta vía la acumulación, dado que solo cuenta con depósitos en pesos por $ 4,3 billones, lo que le permitiría comprar u$s 3000 millones, y enfrenta vencimientos de bonos por $ 14 billones esta semana, monto similar al de diciembre, mes que probablemente registre un déficit estacional, por lo que el margen para seguir comprando dólares será limitado”, agregaron desde Max Capital.

El nivel de reservas netas (según la medición del FMI y estimado por Cohen Aliados Financieros) se encuentra en -u$s 16.800 millones, todavía está muy lejos de la meta acordada con el organismo para diciembre, ubicada en -u$s 3500 millones.

El economista Gabriel Palazzo, autor junto a Martín Rapetti y Joaquín Waldman de un documento que analiza los planes de estabilización en América Latina, explicó que el nivel de reservas se vincula con que un plan de estabilización tenga un freno repentino y se corte el financiamiento, pero sumó otro factor en el que influyen: “A menor nivel de reservas, menos margen tiene el Banco Central para defender un techo en el tipo de cambio y más probabilidad de que se corte la desinflación de forma abrupta con una crisis de balanza de pagos”.

En este sentido, Caprarulo agregó que el principal problema es que juega en contra a la hora de bajar el riesgo país y, en consecuencia, al colocar o refinanciar deuda en moneda extranjera. “La fragilidad en el mercado cambiario puede generar expectativas futuras de devaluación y más inflación en el presente. Y, efectivamente, una devaluación abrupta que también acelera la inflación. Para pensar un proceso sostenido de desaceleración de la inflación, más temprano que tarde, el Gobierno debe tener un esquema cambiario sostenible”.

Esta tensión se da en un estancamiento de la inflación en comparación a la velocidad de baja que demostraba en 2024. Este último año, la inflación se ubicó en torno al 2% y registró subas leves desde mayo. Esto da cuenta de una resistencia que muestra el nivel de precios.