El Gobierno confía en que puede llegar a la inflación cero en el mediano plazo. Mientras tanto, suma volatilidad en otros frentes que pueden derivar en presión sobre los precios. Las primeras estimaciones de agosto vuelven a rondar el 2%.
La semana abrió volátil. El dólar subió $40 el lunes y se ubicó en $1370, cerca de su máximo del año pero todavía lejos del techo de la banda ($1468), cuando el Banco Central estaría obligado a vender dólares para contenerlo. Las tasas volvieron a estar en el centro de la escena luego de que el Banco Central volviera a aumentar los encajes, que pueden suscribirse en títulos, un día antes de una nueva licitación del Tesoro.
El Gobierno confía en que la volatilidad se mantendrá hasta las elecciones y responsabiliza al "riesgo kuka" en medio de las discusiones por el apretón monetario impulsado para que no lleguen más pesos al mercado que presionen al dólar y el ruido que generaron los presuntos audios del exdirector de la Agencia de Discapacidad, Diego Spagnuolo, por supuestas coimas cobradas a una droguería.
Mientras tanto, los contratos de futuros de noviembre se ubicaron por encima del techo de la banda y superaron los $1500. Para diciembre, la expectativa del mercado relevada por el Banco Central (REM) en julio arrojaba un dólar para diciembre de $1405. El riesgo país volvió a mostrar una dinámica al alza.
Las primeras estimaciones privadas para la inflación de agosto, que se conocerá el 10 de septiembre, oscilan entre 1,8% (Analytica y Libertad y Progreso), 2% (Equilibra y OJF) y 2,1% (Eco Go y Econviews).
"Por ahora para agosto nuestro relevamiento nos está dando una inflación del 2,1%. Si bien tuvimos alguna que otra semana más movida, y las frutas y verduras no están jugando a favor como otros meses, en general no vimos hasta ahora una aceleración de la inflación muy marcada", explicó Rocío Bisang, de Eco Go.
El objetivo de limitar la suba en el tipo de cambio sumó conflictos en otro frente, la tasa de interés.
Al ruido político suscitado por los proyectos aprobados en el Congreso que implican un aumento en el gasto y el escándalo por las presuntas coimas en la Agencia de Discapacidad, desde Econviews señalaron que el escenario económico no es muy distinto.
"Por el lado económico, el panorama no es mejor. Caputo confirmó que la política monetaria hiper restrictiva va a seguir hasta las elecciones. Es decir, el Gobierno continuará priorizando la desinflación y un tipo de cambio lo más planchado posible, a costa de tasas de interés ridículamente altas", agregaron desde la consultora que dirige Miguel Kiguel.
Esto último, advirtieron, empezó a tener un impacto en el crecimiento de una economía que se recuperaba al compás del crédito.
Además, agregaron que "las empresas, que ya operaban con cajas más ajustadas que el año pasado, hoy enfrentan tasas de más de 90% por adelantos en cuenta corriente. Algo de esto ya se reflejó en el desplome del índice de confianza del consumidor, que cayó 13,9% en agosto. Inviable de sostener en el tiempo"
"De cara a octubre esperamos que se mantenga en torno a estos niveles. Si bien podría mostrar cierta aceleración, impulsada por la incertidumbre de las elecciones, en principio la vemos en la zona del 2% o 2,5%", analizó Bisang.
Este resultado está sujeto a la evolución del tipo de cambio y "la capacidad del Gobierno de manejar la volatilidad que vimos en los últimos días. Si bien el traspaso de la suba del dólar a los precios viene siendo bajo por la mayor competencia de importados y el límite que imponen los salarios reales cuasi estancados le imponen al consumo, un desancle en las expectativas puede tener un impacto sobre los precios", agregó la economista.
Para Martín Kalos, director de Epyca, la suba de tasas puede tener un efecto en precios, a pesar de que el dólar haya bajado durante agosto.
"Esa tasa, que hoy está recontra alta, a la empresa le cuesta plata, no es tan obvio que para contener el dólar alcance, si a la vez estas subiendo la tasa a la medida que aumentan los costos financieros de operar de las empresas", explicó el economista, quien detalló que muchas compañías financian su operatoria habitual a lo largo del mes con adelantos de cuenta corriente, que hoy tienen una tasa 25 puntos positiva en términos reales de manera anual.
"Mucha empresa, si alguna subió precios con la suba del dólar, este mes, ante la duda, no lo baja tanto porque tiene que ver cómo pondera los costosfinancieros", detalló, aunque diferenció que debe considerarse según cada sector y estructura de costos.
Otra variante que suma incertidumbre y puede recortar una baja de precios es la política monetaria. Según explicó Claudio Caprarulo, director de Analytica, "la política monetaria genera incertidumbre en el mercado financiero y en la economía real. Un resultado que seguramente también esté influenciado por reveses políticos que muestra el ala política del gobierno".
En el mismo sentido, Bisang agregó que la suba del riesgo país refleja un cierto desancle de las expectativas. "Hasta ahora venimos viendo que el tope en el consumo y los importados limitan cualquier aumento de precios pero eso puede tener un límite. Creo que la pregunta de hasta donde las empresas pueden, o están dispuestas, o confían en comprimir márgenes para no trasladar las subas está presente", concluyó.