La difusión de un crítico informe de la Confederación Sindical Internacional (CSI), que ubicó a la Argentina entre los países en los que menos se respetan los derechos laborales, provocó ayer fuerte malestar en el Gobierno y en el Ministerio de Trabajo, donde según deslizaron fuentes sindicales reprocharon a la CGT oficial de Antonio Caló por la divulgación de los cuestionamientos.

La situación, registrada apenas una semana antes del arranque de la asamblea anual de OIT, desató incluso algunos cortocircuitos puertas adentro de la central afín al Ejecutivo, al punto que algunos dirigentes que integran la comitiva de la entidad ante el organismo internacional amenazaron con no participar de las deliberaciones que tendrán lugar en Ginebra, Suiza.