La mesa nacional del PRO se reunió y confirmó dos anticipos de El Cronista: la intervención del PRO mendocino y la designación de Humberto Schiavoni como interventor, lo que habla de la importancia que tiene esta jugada en la coalición opositora.
Es que el senador nacional fue él mismo, entre 2012 y 2020, presidente del PRO, un cargo que lo tuvo pegado al fundador del partido, Mauricio Macri, que a su vez llegó en el 2015 a la Casa Rosada. De gran confianza con el ex presidente y de buen vínculo con todos los sectores del partido (nunca se peleó con nadie), fue también el dirigente que tuvo la idea de ofrecerle la presidencia del PRO a Patricia Bullrich, cuando ni Horacio Rodríguez Larreta ni María Eugenia Vidal aceptaron el desafío.
Ese momento fue clave en la vida del PRO, un partido nacido en el 2003. Hasta ese momento, era algo así como una empresa con pocos accionistas fundadores. Cuando Bullrich recibió la presidencia del PRO, la historia cambió y el partido abrió parte de su paquete accionario a nuevos actores de visibilidad nacional.
Los planes del interventor
El designado interventor tiene previsto viajar el mismo domingo a la noche a Mendoza para llevar adelante la intervención que la mesa nacional votó por 30 días. No la tendrá fácil, porque el diputado Omar De Marchi prometió resistir la medida, para lo que instruyó al actual presidente del PRO mendocino, Álvaro Martínez, que le responde.
De Marchi y Martínez fueron los únicos que votaron contra la intervención. Los demás 35 miembros de la mesa votaron a favor. "No hay motivos para intervenir el PRO de Mendoza, que es el que más ha crecido en el país pasando de tener un solo legislador en el 2016 a nueve. Lo que busca la intervención es ejecutar un disciplinamiento porteño que no vamos a tolerar", dijeron cerca de De Marchi.
Los argumentos para llevar adelante la intervención todavía no están suficientemente explicitados. En la resolución que hoy se conoció solo se informa que la decisión fue tomada "a fin de resolver las cuestiones que suscitaron la intervención y todas aquellas que se presenten para el fortalecimiento de las instituciones partidarias".
Por lo que se sabe, la extensión de los mandatos del 31 de marzo, cuando vencieron, hasta diciembre de 2023, sería el argumento más firme, aunque De Marchi y Martínez podrían rebatirlo en la justicia.
Schiavoni, sin embargo, aseguró a El Cronista que "no podían decidir algo así, no medió ninguna situación excepcional como pudo ser la pandemia". El ya designado interventor también se mostró confiado, a pesar de que De Marchi prometió resistir. "Lo intentará, pero no tiene demasiado margen", agregó.
La fecha límite para la presentación de alianzas provinciales es el 12 de abril, por lo que Schiavoni llegará a Mendoza a inscribir el PRO en la coalición gobernante, Cambia Mendoza, para luego normalizar el partido y evitar cuestionamientos legales antes de que se vote en las primarias mendocinas.
Omar De Marchi ratificó ayer vía twitter que será candidato a gobernador en Mendoza, el distrito gobernado por el radicalismo. El anuncio del diputado puso a Horacio Rodríguez Larreta en un lugar incómodo. Alfredo Cornejo, que irá nuevamente por la gobernación, es un peso fuerte en la UCR y nadie en el PRO quiere enojarse con él. Pero no hubo forma de convencer a De Marchi, que esperaba llegar a un acuerdo con el hombre fuerte de la política mendocina que lo consagre como candidato.
Por si fuera poco, De Marchi era el coordinador nacional de campaña de Larreta, por lo que más de uno imaginó una maniobra del precandidato a presidente contra Cornejo.
Schiavoni, cuando fue presidente del PRO
El senador estuvo en la mesa donde se decidieron las candidaturas de Juntos por el Cambio en el 2017 y el 2019, viajó por todo el país y buscó ejecutar lo que en Buenos Aires le pedían Macri y el por entonces jefe de Gabinete, Marcos Peña. No siempre le resultó fácil, pero con bajísimo perfil, llevó adelante el diálogo interno de un partido más preocupado por gobernar que en organizarse.
Por supuesto, conoce hace más de 15 años a Omar de Marchi. En el 2005, el mendocino ganó una banca en la Cámara de Diputados y luego constituyó una coalición que integraba el PRO de Macri, que ya estaba rodeado por Schiavoni, entre otros dirigentes del interior.
También tiene una relación estrecha con Alfredo Cornejo, con quien comparte la bancada en el Senado nacional hace casi cuatro años. Es más, el mendocino es titular del interbloque de Juntos por el Cambio y el misionero es titular del bloque PRO, o sea, están en contacto permanente.
Cornejo, justamente, aporta al contexto de esta decisión que tomó la mesa nacional del PRO. De innegable peso en Juntos por el Cambio, el nuevamente candidato a gobernador por la UCR en Mendoza es un caudillo que nadie en la oposición quiere discutir cuando las candidaturas más importantes, la presidencial, porteña y bonaerense, tampoco están resueltas.