El Gobierno reveló la identidad del jefe de Hezbollah en Latinoamérica

El Gobierno reveló la identidad del jefe del operativo de Hezbollah en Latinoamérica. Se trata de Hussein Ahmad Karaki, quien además habría participó de los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel.

"Es el principal partícipe y responsable de operaciones de reclutamiento, y planificación de numerosas acciones terroristas, y a su vez tomó parte en los Atentados de la AMIA y la Embajada de Israel", señalaron desde la cartera dirigida por Patricia Bullrich.

El informe elaborado por el Ministerio de Seguridad destaca que Karaki estuvo en la ciudad de Buenos Aires el 17 de marzo de 1992, día del atentado a la Embajada, y lo señala como el responsable de haber comprado la camioneta utilizada en el ataque.

"Se fue ese mismo día en avión, horas antes de la explosión. Salió desde el Aeroparque Jorge Newbery con rumbo a la ciudad de Foz do Iguazú", informó la ministra Bullrich sobre el accionar del terrorista aquella jornada.

Para permanecer en el país, el apuntado usó un pasaporte colombiano a nombre de Alberto León Nain. 

En la actualidad, se cree que Karaki sigue vivo y se encuentra en el Líbano. 

Los investigadores aseguran que en los últimos años realizó tareas de reclutamiento e infraestructura para llevar adelante atentados frustrados en Brasil, Chile, Colombia y Venezuela.

Bullrich reveló la identidad del jefe de Hezbollah en la región este viernes junto al titular de la SIDE, Sergio Neiffert, en la sede del Ministerio de Seguridad.

El anuncio, destacaron, "tiene una magnitud a la altura de la muerte de Hasán Nasrallah, quien fuera clérigo y político libanés que se desempeñó como secretario general del partido político y cuerpo armado chií Hezbolá, en el proceso de desmantelar y descubrir su red y apoyos con documentación respaldatoria".

Para finalizar, la ministra adelantó que se enviará una carta a la Embajada de Líbano solicitando colaboración para esclarecer los atentados y prevenir nuevos ataques.

Por otro lado, solicitarán a la Procuración de la Nación que arbitre los medios para concretar su captura internacional mediante la emisión de una Circular Roja de Interpol y así poder juzgarlo en ausencia.