El curioso título del libro que prepara, los vínculos con Kicillof y Máximo y la apuesta del FR

Sergio Massa puso en marcha el plan que estableció mientras pasaba sus últimos días en el Ministerio de Economía. Avanza con su libro, prepara el relanzamiento de su fundación Encuentro y busca quien presida el Frente Renovador para garantizar la supervivencia del espacio en los nuevos tiempos políticos. En la editorial que publicará su libro sobre el paso por Economía, mientras el autor avanza con entrevistas que incluyen a distintos exfuncionarios de Unión por la Patria, intentan convencer a Massa para que el título sea "Por sí o por no", la frase con la que arrinconó a Javier Milei en el último debate. Esta semana, aún en boxes en sus oficinas de Avenida del Libertador, desmintió que compita con Máximo Kirchner por la coincidencia en la convocatoria a sus respectivos partidos. Massa avisó que este sábado juntaba a intendentes y diputados y senadores de Buenos Aires en Roque Pérez tras lo cual el diputado Kirchner convocó a la mesa del Consejo del PJ bonaerense a un club en Cañuelas. La simultaneidad duró poco. Massa postergó el encuentro para el próximo sábado 2 de marzo pero mandó a aclarar que la razón era personal y no política. Kirchner invitó a una reunión para analizar este fin de semana la coyuntura lo que implica una agenda abierta sobre los dos meses que Javier Milei lleva en el Ejecutivo, el fracaso de la Ley Bases, los recortes a las provincias, el rol de los gobernadores, el tratamiento del DNU 70/23, y la estrategia parlamentaria entre otros temas. Aunque las políticas mileistas son de fuerte impacto en Buenos Aires no estará en Cañuelas Axel Kicillof. En La Plata recuerdan que el gobernador no participa de las reuniones del Consejo, misma actitud que tuvo siempre Cristina Kirchnerdurante sus dos mandatos como Presidenta. Muchos le insisten a Kicillof para que se postule como conductor del PJ en su distrito. Se lo sugieren aquellos intendentes con manifiesta enemistad con Máximo Kirchner, siempre molestos por la falta de apertura a la hora de confeccionar listas. En Buenos Aires la dirigencia se divide por lo menos en dos sectores cada vez más marcados. Los que respaldan a Kircher como el exintendente de Monte Hermoso y presidente de Diputados Alejandro Dichiara, es decir los más cercanos a Martín Insaurralde, y los que desean un paso al costado como Fernando Gray, Juan Zabaleta y el grupo que se consolidó desde Ensenada -aunque el intendente Mario Secco no pertenece al PJ- con Jorge Ferraresi y Andrés Larroque entre sus espadas. Kicillof sin embargo está en la lista de los que creen que no es tiempo de cambios partidarios, que la gestión es lo importante y sostener sus políticas estatales. En su caso está más concentrado en la resistencia. Con Cristina Kirchner sobrevolando y atenta desde el Instituto Patria, Massa avanza hacia su reaparición sin apurarse. La derrota frente a Milei y la confirmación de sus anuncios lo tienen a mal traer según lo describen quienes lo vieron. Por ejemplo la inminente y nueva suba del boleto de colectivo como otras advertencias que hizo en campaña. Todo lo que sucede dice que lo avisó mientras lamenta no haber podido convencer al electorado con su propuesta de "otro camino". Ayer mismo durante la entrevista televisiva que dio el Presidente la extitular de AySA, Malena Galmarini, expresó en las redes sociales: "El descaro. Dice que dijo en la campaña que iba a ajustar. Es falaz. Dijo que iba a ajustar a la casta política. Y el ajuste le llega a todos. Sobre todo a quienes menos tienen". Todavía en silencio Massa recibe a dirigentes de confianza como Graciela Camaño, el extitular de la Aduana Guillermo Michel, y parte del que fue su gabinete en Economía como Eduardo Setti y que conforma los equipos técnicos de la fundación. Después de la reunión del Frente Renovador viajará al exterior para cumplir con sus nuevos compromisos laborales y luego presentará algunos documentos en los que viene trabajando con diagnóstico y propuestas sobre el mercado laboral y la micro y macroeconomía. La clase media sigue siendo su obsesión. Cuando Massa reaparezca en Roque Pérez empezará el casting para definir presidente de su partido. Ya dijo que quiere gente joven y renovar caras y también impulsar figuras que puedan crecer con perfil electoral. En un año y medio habrá elecciones legislativas y el triunfo de Milei cambió el mapa obligando a los políticos tradicionales a recalcular. Hasta Michel aparece como una figura con potencial, en su caso con presencia en su provincia, Entre Ríos. Antes de 2025 los renovadores tienen que definir cómo siguen y cuánto acuerdan con el PJ y con el kirchnerismo. Massa insiste en que mantiene la unidad del frente en sus charlas con Máximo Kirchner e incluso con Cristina Kirchner. También ha hablado con Alberto Fernández que promete un pronto retorno desde España. Pero lo que más apuntala es su dirigencia en Buenos Aires razón por la que ensayó una advertencia a Axel Kicillof. En lo personal, insisten cerca de Massa, su vínculo con el gobernador sigue muy bien. Lo mismo cuentan los voceros de Kicillof. Sólo habilitó a intendentes y diputados a mandar una señal desde la Legislatura bonaerense donde en la última sesión los renovadores dejaron vacías sus bancas y por lo bajo criticaron la gestión en la obra social IOMA, la inseguridad, los recursos para los municipios y un pedido de audiencia para los jefes comunales. Llamó la atención porque no era nada que no pudieran conversar en una reunión o con un simple llamado por teléfono.

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Analía Argento

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