Después de atravesar la sequía extrema, con una caída de alrededor de 50% en relación con la campaña anterior, el sector granario comienza a barajar mejores perspectivas; el Gobierno aspira a obtener mayor ingreso de divisas y, en consecuencia, elevar a u$s 8000 la recaudación por Derechos a la Exportación(DEX).
Para dimensionar el impacto económico de la caída de exportaciones, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) refleja que sólo en los primeros siete meses del año, la recaudación vía retenciones al campo tuvo una "impresionante" caída cercana al 60%, medido en moneda dura.
En concreto, se espera que el valor de las exportaciones de estos complejos alcance algo más de u$s 24.000 millones, equivalente al 36,7% del total de bienes estimado para el año por u$s 66.500 millones.
Por el efecto climático, la participación de los productos del agro en el mercado global caería a un mínimo desde el 2010, sin embargo, tras caer 53%, se prevé una recuperación del 56% en las exportaciones del agro lo que podrá alzar los ingresos de dólares a u$s 29.170 en 2024.
Las exportaciones de los complejos de la agroindustria -que representan cerca del 90% de la recaudación de DEX- se derrumbaron este año a partir de la caída en las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) en los principales complejos agroindustriales; afectadas también por la inestabilidad financiera que generó el contexto de elecciones.
"En lo que va del año se declararon ventas por 5 millones de toneladas de maíz, menos de un tercio de lo que se vendió el año pasado; si consideramos sólo las ventas anticipadas, apenas se llevan vendidas 50.000 toneladas de maíz de la próxima campaña, cuando el año pasado a esta altura llevábamos más de 6 millones", describe el documento.
Así, la recaudación en DEX de las principales Cadenas Agroindustriales para el todo 2023 se estima ahora en u$s 4000 millones, al tipo de cambio en que se liquidan las operaciones de comercio exterior, lo que cerraría una caída cercana al 60% en relación con el año previo.
Primeras proyecciones
En cambio, de cara a la próxima cosecha, la recaudación de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por DEX a las principales cadenas de la Agroindustria podría representar unos u$s 8.000millones y de esta forma duplicar el alcance, según los técnicos de la BCR.
La mejora en las perspectivas productivas para la serie 2023/24, que en sus primeras estimaciones ya arroja incrementos del 40% para la producción de trigo, del 65% para el maíz y de 140% para la soja, permite avizorar una mejora en la recaudación potencial para el año 2024.
Según las estimaciones de intención de siembra, rindes tendenciales y los precios FOB vigentes para embarque en el próximo año, se proyecta que las exportaciones de los principales complejos del agro alcancen algo más de u$s 32.000 millones, lo que representaría el 40% de las exportaciones totales de bienes de Argentina para el próximo año.
Con menor demanda de dólares para importar soja, para cumplir con compromisos en el exterior, el próximo período logrará ingresos del exterior por u$s 80.500 millones.
Aunque los actores del sector privado e incluso los asesores económicos de los espacios que disputarán la presidencia en octubre, a excepción del oficialismo que busca extender el puente hacia 2024, mantienen pronósticos moderados, el mejor desempeño del agro puede representar un giro para sanear las principales problemáticas macro:caída de reservas y de recaudación.
Ambos aspectos, centrales en la negociación con el Fondo Monetario Internacional, que continuará abierta frente a un nuevo ciclo político y económico.