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A dos años de la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, el balance social del experimento libertario muestra una Argentina profundamente dividida.

Los datos del último informe de Zuban Córdoba & Asociados revelan un escenario de paridad casi perfecta: el 48,5% de la población aprueba la gestión del Gobierno nacional, mientras que el 51% la desaprueba.

El “cheque en blanco” de los primeros meses quedó atrás y dio paso a una polarización estable, donde apoyos y rechazos se consolidan sin zonas grises.

La consultora CB también realizó un estudio a dos años de la gestión libertaria, con resultados similares. El relevamiento muestra una evaluación prácticamente partida en mitades del trabajo del Gobierno nacional.

En el balance general, el 46,8% de los encuestados expresa algún nivel de aprobación —con un 25,2% que aprueba mucho y un 21,6% que aprueba algo—, mientras que el 49,6% manifiesta desaprobación, concentrada principalmente en un rechazo intenso: el 38,1% desaprueba mucho y otro 11,5% desaprueba algo.

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En la encuesta de Zubán Córdoba, la economía doméstica aparece como el principal factor explicativo del desgaste. Casi la mitad de los argentinos (49,7%) afirma estar peor en términos económicos que con el gobierno anterior, frente a apenas un 20,6% que dice estar mejor. Sin embargo, este deterioro material no se traduce automáticamente en una debacle política para el Presidente. Milei conserva un núcleo duro cohesionado, más identitario que coyuntural, que sigue funcionando como ancla de su poder.

Ese núcleo explica, en buena medida, un dato clave de la encuesta: ante la hipótesis de una reelección en 2027, el 38,1% asegura que volvería a votarlo. Aunque la mayoría hoy responde que no lo haría (54,5%), el nivel de fidelidad dentro de su electorado original es alto. Entre quienes lo votaron en el ballotage de 2023, más de siete de cada diez volverían a acompañarlo. En términos políticos, Milei no necesita convencer a todos: le alcanza con sostener su base y aprovechar un sistema opositor fragmentado.

La polarización no se limita al oficialismo. El informe muestra una crisis más amplia de representación política, especialmente en el peronismo. El 53,1% de los encuestados coincide con la afirmación de que el peronismo “ya no representa el mapa social argentino”, una percepción que atraviesa clases, edades y territorios. Ese vacío de representación es parte del combustible que sigue alimentando al discurso libertario, incluso en un contexto de malestar económico.

Pero si hay una palabra que define el clima de época es incertidumbre. No solo económica, sino también política y cultural. Una parte significativa de la sociedad no logra visualizar con claridad hacia dónde va el país ni cuál es el horizonte del proyecto en curso.

La encuesta también expone los límites de esa lógica confrontativa. El módulo sobre vacunación muestra consensos sociales muy amplios —más del 80% a favor de las vacunas y de su obligatoriedad— que contrastan con las posiciones de sectores libertarios más duros.

Otro dato significativo del relevamiento es la mirada social sobre la calidad institucional y la tolerancia frente a prácticas que históricamente fueron centrales en la crítica al poder. El 56,7% de los encuestados coincide con la afirmación de que hoy existe “más predisposición a mirar hacia otro lado frente a posibles hechos de corrupción en el gobierno”. El dato es transversal, pero adquiere especial relevancia política porque rompe con uno de los pilares simbólicos del discurso mileísta: la promesa de una ética pública superadora. La demanda de “honestidad” parece relativizarse cuando el gobierno encarna una identidad propia y confrontativa, lo que sugiere que la grieta no solo ordena preferencias electorales, sino también estándares morales distintos según quién ejerza el poder.

En paralelo, el informe muestra una percepción generacional que ayuda a explicar parte del clima político actual. Tres de cada cuatro argentinos (75,9%) acuerdan con la idea de que los jóvenes perciben la democracia como un bien ya adquirido, más que como una conquista que debe defenderse. Esta mirada dialoga con el fuerte respaldo que Milei conserva entre los menores de 30 años y con una relación más instrumental —y menos épica— con el sistema democrático.

Ficha técnica

Población objeto de estudio: Población general mayores de 16 años.

Afijación: Proporcional.

Segmentos de ponderación: Género, edad, zona y último voto en las elecciones legislativas nacionales 2025.

Instrumento de recolección de información: Cuestionario estructurado.

Técnica de recolección de información: Mixto: 50% Mailing y 50% CAWI

Trabajo de campo: Del 1 al 3 de diciembre de 2025.

Tamaño de la muestra: 1200 casos.

Error de muestreo: +/- 2.83% Nivel de confianza: 95%