La fecha del próximo paro general de la CGT se convirtió en un misterio digno de una novela de suspenso. ¿Será el 8? ¿O el 10 de abril? Mientras los trabajadores esperan una señal clara, los rumores y las especulaciones se multiplican. En un contexto de ajustes económicos, caída del salario real y despidos, la central obrera enfrenta presiones internas y externas para definir una medida de fuerza contundente. Pero, como en todo buen thriller, las respuestas no son tan simples. Héctor Daer, uno de los líderes de la CGT, dio algunas pistas durante una entrevista con el canal de streaming Gelatina. Aunque aclaró que la decisión final depende del Consejo Directivo de la central, adelantó que el paro "podría" ser el 10 de abril. Esta fecha, sin embargo, contrasta con versiones previas que apuntaban al 8 de abril. Según fuentes cercanas a Daer, la definición final se tomará este jueves en la reunión del Consejo, donde se analizarán los detalles de la medida. Algunos analistas sugieren que la demora en definir la fecha refleja tensiones internas dentro de la CGT, mientras que otros ven en esta actitud un posible "acuerdo bajo la mesa" con el gobierno de Javier Milei, que ya viene de lejos. Aunque la central obrera criticó públicamente el ajuste en salarios y jubilaciones, su escasa movilización en los últimos meses genera sospechas. Los más suspicaces señalan que, pese a los retrocesos en derechos laborales, la CGT logró preservar algunos intereses clave, como el control sobre las cajas de obras sociales, el unicato sindical, entre otros. Daer, por su parte, no escatimó críticas al gobierno. Durante la entrevista, aseguró que no hay diálogo con la Casa Rosada y que los ministros evitan abordar temas como las paritarias. "Te clavan el visto y te dicen: 'Lo veo'", relató, en referencia a la falta de respuestas del ministro de Economía, Luis Caputo, y del propio Milei. Además del paro, la CGT planea dos movilizaciones previas: una el próximo lunes por el Día de la Memoria y otra el 9 de abril, en apoyo a los jubilados. Estas acciones buscan sumar fuerzas ante un gobierno que, según los sindicalistas, "pisotea" los derechos de los trabajadores.