Los allanamientos a domicilios de la ex presidente Cristina Kirchner continúaron el viernes con el procedimiento en su residencia de la localidad santacruceña de El Calafate.

El operativo se llevó adelante en el marco de las medidas dictadas por el juez federal Claudio Bonadio que investiga la causa de los cuadernos donde el ex chofer de Ricardo Baratta habría registrado las supuestas coimas pagadas por empresarios a funcionarios kirchneristas.

Pasadas las 15:00, los efectivos de la Policía Federal y los inspectores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ingresaron a la casa ubicada sobre la calle Padre De Agostini junto a perros entrenados para allanamientos.

En la puerta del lugar aguardaban un grupo de militantes kirchneristas, que cuestionó el operativo al grito de “cirqueros, no van a encontrar nada , así como también protagonizaron un altercado con los móviles televisivos que cubrían el hecho.

Los encargados de realizar el allanamiento fueron recibidos por uno de los abogados y la encargada de la propiedad patagónica.

Horas más tarde, a las 17:00, se sumaron a las tareas efectivos de la Gendarmería Nacional, que también aportaron distintos elementos de tecnología.

Mientras tanto, la ex jefa de Estado permanecía en la Ciudad de Buenos Aires y volvió a pasar la noche en el departamento de su hija, Florencia Kirchner, en el barrio porteño de Constitución, luego de que su inmueble de Recoleta fuera allanado el pasado jueves durante 13 horas.

Tras la autorización del Senado –Cristina posee fueros que impiden que la justicia avance con este tipo de medidas sin previa aprobación de la Cámara alta- efectivos policiales llevaron a cabo ayer los allanamientos en las propiedades de la ex mandataria en la Ciudad de Buenos Aires y en Río Gallego

En estos operativos en ambas provincias, la Justicia busca corroborar los dichos de varios testigos sobre espacios físicos, estructuras y posibles lugares de almacenamiento, ya que estas propiedades fueron señaladas en la causa de los cuadernos de las supuestas coimas como los lugares de destino de los bolsos con dinero, indicaron fuentes judiciales.

La ex presidenta está acusada de ser la jefa de una asociación ilícita en la investigación por los registros del ex chofer Oscar Centeno con detalles del supuesto traslado de bolsos con dinero para coimas de empresarios beneficiados con la obra pública a ex funcionarios en el Gobierno anterior.