El Gobierno creó la flamante Secretaría de Asuntos Nucleares, que estará a cargo de un joven abogado de 30 años que responde políticamente a Santiago Caputo. Estará dentro del Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo. Oficialmente, Economía difundió que el objetivo de la nueva estructura es convertir a Argentina en la “Arabia Saudita” del uranio.
Dentro del sector nuclear, la lectura es que el presidente, Javier Milei, tiene mucho interés en promover la energía nuclear, como parte de la alianza con Estados Unidos, y que para eso buscaron una nueva área que pueda unificar y coordinar a todo el sector.
La creación de Asuntos Nucleares implica dos lecturas: el reordenamiento político y el interés del Gobierno en promover esta energía en términos geopolíticos. En cuanto a lo político, implica el empoderamiento del ministro Caputo, con un área más a su cargo, y el desembarco nuevamente del asesor presidencial, Santiago Caputo, al área nuclear.
A cargo de la Secretaría estará Federico Ramos Nápoli, un joven abogado de 30 años, egresado de la Universidad de Buenos Aires (UBA), especializado en derecho administrativo y corporativo. Su experiencia laboral fue trabajar 10 años en la empresa estatal Casa de la Moneda. Con la llegada de Milei al poder, estuvo 6 meses en la Secretaría General de la Presidencia y a partir de noviembre de 2024 desembarcó en el sector nuclear, como presidente en Dioxitek, empresa pública a cargo de proveer de uranio a las centrales nucleares.

Por este motivo, fue criticado por su falta de experiencia. La física Adriana Serquis, expresidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) durante el gobierno de Alberto Fernández, escribió en X: “Dicen que la energía nuclear es un recurso estratégico en la matriz económica de nuestro país y, acto seguido, anuncian que designan a alguien sin preparación en el sector a la cabeza de una nueva Secretaría de Asuntos Nucleares. Que papelón”.
Sin embargo, dentro del Gobierno responden que lo eligieron por su desempeño en Dioxitek. Fuentes cercanas a Ramos Napoli comentaron que desde su llegada a la empresa “comenzó un proceso de reordenamiento y saneamiento que permitió revincular a la empresa con el sistema nuclear argentino e internacional, además de consolidar la salud financiera de la compañía”.
Además, agregaron que su perfil como abogado especializado en administración “habla del enfoque del Gobierno en eficientizar los recursos y aumentar la productividad del sector”. De hecho, hay un interés del Gobierno en avanzar con una privatización parcial de Nucleoeléctrica, compañía a cargo de operar las tres centrales nucleares.
Además, aseguran que contará en su equipo con expertos reconocidos en el sector nuclear, como Martín Porro, uno de los responsables de poner en marcha Atucha II, y Juan Campos, especialista en seguridad nuclear proveniente de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN).

El otro aspecto a considerar de la nueva Secretaría es la búsqueda del Gobierno de unificar a todo el sector nuclear, y que no esté la CNEA por un lado, el plan nuclear —a cargo de Demian Reidel— por otro, o la estatal Nucleoeléctrica, por otro lado. De hecho, el plan nuclear lanzado por Milei junto a Reidel nunca fue institucionalizado, más allá del anuncio mediático. Una fuente especializada en el sector que prefirió no ser mencionada comentó: “Reidel es visto en el Gobierno como un electrón suelto”. Está previsto que siga por su cercanía con el presidente Milei.
En los objetivos de la nueva Secretaría que figuran en el Boletín Oficial está el de definir la política nuclear, coordinar a los actores del ecosistema, controlar a la CNEA, asesorar en proyectos RIGI y “promover la articulación con empresas estatales del sector y coordinar con sus directores”. Además, menciona que buscará promover la minería de uranio, en conjunto con las provincias, y la búsqueda de “tierras raras”. Ya hay dos provincias que le avisaron al Gobierno que están interesadas en esta minería: Chubut, gobernada por Ignacio Torres, y Mendoza, por Alfredo Cornejo.
La Arabia Saudita del uranio
En un comunicado, Economía afirmó: “Argentina tiene el potencial para convertirse en la Arabia Saudita del uranio. Para lograrlo se necesita que los sectores minero, energético y nuclear estén alineados con este objetivo como horizonte”.
El Gobierno tiene un particular interés en la energía atómica, que será clave como energía limpia ante el aumento de demanda que supone el boom de la inteligencia artificial.

La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) estima que para fines de la década, la demanda anual de uranio para reactores nucleares será de 60.000 toneladas, mientras que la producción mundial es solo de 48.000 toneladas. Argentina cuenta con el recurso de uranio, aunque hoy no lo explote, y tiene una larga trayectoria en el sector nuclear.
Según el Wall Street Journal, el Tesoro de Estados Unidos busca ampliar el acceso al uranio argentino. El diario señaló que hubo conversaciones entre su titular, Scott Bessent, y Caputo, para explorar acuerdos. Además, la única empresa privatizada hasta ahora por el gobierno de Milei, la metalúrgica IMPSA, fue vendida a una compañía estadounidense y se prepara para exportar material nuclear a Estados Unidos en 2026.












