A 20 días, del accidente en la ruta 9 por el que Tomás Bulat perdió la vida, habló su esposa Carina Onorato.
“Tomás era una persona cariñosa que demostraba su afecto a cada instante,
que hacía todo con pasión y humor. Un padre presente que se desvivía por sus hijos. Era un tipo muy fácil de amar”, dice su compañera de vida desde hace 24 años.
Sin respuestas por la tan reciente pérdida, su mujer lo recuerda con cariño: “Una persona llena de vida, con tanto para dar, un celebrante de la vida”. Y advierte que aún está presente en su casa. “En mi hogar hay un Tomás latiendo permanentemente a través de sus cosas”.
En diálogo con la revista Caras, Onorato relata cómo fueron las horas previas y posteriores a la muerte de su marido, y cuenta cómo vivieron sus hijos Santiago (20), Lucía (16) y Fausto (12) esa pérdida. “Me encargué yo misma de decirle a mis hijos lo que había pasado porque no quería que se enteraran de la peor noticia de sus vidas por otro medio”, advierte, y recuerda que eran las dos y cuarto de la madrugada del 31 de enero cuando ella se enteró de la terrible noticia.
“Lucía es la que más se pregunta: ’¿por qué?’ ’¿qué hizo para merecerlo’? La noche anterior habíamos ido con Fausto al cine y me llamó la atención que no quiso pochoclos, algo que le encanta. Comenzó a sentirse mal, llegó a casa y vomitó, sin haber comido nada. Le dije que se acostara conmigo que cuando llegaba Tomi lo llevaba a su cuarto”, detalla la esposa de Bulat.
La mujer oriunda de San Juan está dispuesta a rendirle un homenaje a su esposo a cada paso. “A veces abro el placard y meto la nariz para olerlo. Días pasados Santi se puso una remera suya. Hoy no sé qué voy a hacer con ellas. Sólo sé que nos vamos a mudar de casa”, dice.
Conmovida, Onorato señala que está un poco enojada con la vida ahora, y que “no tiene explicación que tres chicos se queden sin padre. Que tu hijo de 12 te diga con lágrimas en los ojos que su papá no lo va a poder ver recibirse, ganar un torneo, conocer a su novia. Que un hombre bueno, sano, en el esplendor de su carrera y con tantos sueños por realizar se muera, no tiene razón”. Pero advierte que igual no culpa a nadie. “Ni al chofer del remise”, apunta.
“Si amás a alguien, decíselo hoy y las veces que sean necesarias. Hacé siempre lo que motorice tu alma. Jugátela. Cree en el otro, no juzgues a nadie. El tiempo pasa muy rápido y se lleva momentos que no vuelven más. Abrazá más a tu familia, a tus seres queridos. Disfrutá de cada instante. La vida es la que tenemos aquí ahora. Un día, el mañana puede dejar de existir. No pierdas ni un solo minuto amargándote por nimiedades que tienen solución”, relata como algo bien aprendido las máximas de Bulat sobre la vida.
Del futuro, algo incierto, Onorato dice que hará tal como “el quería” lo que ya estaba planeado para 2015: el programa ‘El inversor‘, que conducía por América 24, y la página web elpuntodeequilibrio.com.
Carina contó también que se irá de vacaciones con sus hijos a los Estados Unidos y luego a Hawai. “Seguramente en ese último destino nos miremos a la cara los cuatro para comenzar de nuevo, para transitar unidos el duelo y rearmanos”, comenta.
Finalmente concluye: “Él no me perdonaría que me tire en la cama a llorar el resto de mis días. Por él y por mis hijos lucharé para que ellos puedan ser felices a pesar de todo. Mi gran objetivo en la vida será cobijarlos y hacer que florezcan como lo hubiese querido Tomás”.