La presidenta del bloque de La Libertad Avanza en el Senado, Patricia Bullrich, se puso al frente de las negociaciones políticas para destrabar y garantizar la aprobación de la Reforma Laboral impulsada por el Poder Ejecutivo.
En medio de un clima parlamentario intenso, la dirigente confirmó que el texto ingresará formalmente por la Cámara alta y que el oficialismo ya activó conversaciones con los sectores que considera “con voluntad de transformación”.
Bullrich reconoció que la estrategia legislativa del Gobierno tendrá como prioridad absoluta la Reforma Laboral y el Presupuesto 2026, dejando para una segunda etapa otros proyectos relevantes como el nuevo Código Penal, la Ley Tributaria y la de Inocencia Fiscal.
Con ese orden de prioridades, la senadora asumió el rol de articuladora central del oficialismo, consciente de que la oposición peronista ya anticipó su rechazo a los cambios en materia laboral.
“Ya están comenzando las negociaciones”, aseguró en declaraciones radiales, al tiempo que destacó que LLA cuenta con un número de senadores que le permite abrir discusiones y buscar acuerdos sin perder el eje político. Bullrich subrayó que no todos acompañarán la reforma, pero sostuvo que el Gobierno enfocará su energía en quienes estén dispuestos a impulsar un nuevo marco laboral que, según afirmó, “le devuelva a los argentinos la posibilidad de acceder a un trabajo formal”.
La senadora también se refirió al cortocircuito que tuvo días atrás con la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, durante la jura de los legisladores. Aunque reconoció un “desentendimiento”, dejó claro que no piensa convertir el Senado en un campo de batalla interno y que su objetivo es sacar adelante el paquete de leyes que el Ejecutivo considere clave. “Las cosas van a cambiar en el Senado porque somos una mayoría importante”, afirmó, en un mensaje de orden político hacia el interior del oficialismo.
En paralelo, Bullrich se mostró confiada en que el 9 de diciembre —fecha en la que se espera que el Gobierno difunda los lineamientos finales del proyecto— habrá mayores precisiones sobre el alcance de la reforma y su articulado definitivo.
Ese día, según trascendió, el Ejecutivo presentará detalles técnicos que complementarán el borrador inicial, lo que permitirá a los senadores iniciar un debate más estructurado.
La ex ministra de Seguridad reivindicó además la continuidad en su antigua cartera con la designación de Alejandra Monteoliva, a quien definió como “una gran profesional”. Pero volvió rápidamente al eje central: aprobar la Reforma Laboral y evitar que la oposición bloquee lo que considera un cambio estructural. “Sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer y no tenemos ningún miedo. No hay posibilidad de volver a la Argentina del desorden”, remarcó.
Con el proyecto entrando por el Senado, Bullrich se convierte en la figura clave del oficialismo para intentar asegurar los votos necesarios en una Cámara históricamente reacia a las reformas profundas. El 9 de diciembre será, para muchos, el punto de partida del debate real, cuando finalmente se conozcan los detalles que hoy se negocian en reserva.