

El vicepresidente Amado Boudou y el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime serán parte esta semana de decisivas audiencias de la Cámara de Casación, que puede dejarlos a las puertas del juicio oral. La sala IV del máximo tribunal penal definirá el futuro de Boudou en la causa Ciccone, mientras que en el caso de Jaime, deberá decidir si lo envía a juicio por el delito de dádivas.
Las audiencias resultan un paso formal y previo a la definición que se espera de ambos casos: si confirman el procesamiento del vicepresidente y demás acusados por cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública; y si una de los múltiples expedientes contra Jaime prescribió o no por el paso del tiempo.
A Boudou lo acusan por interesarse en la compra de la empresa para luego contraer negocios con el Estado. Junto con él están procesados su amigo, el empresario José María Núñez Carmona; el presidente de The Old Fund, Alejandro Vandenbroele; el jefe de asesores de la AFIP, Rafael Resnick Brenner; el ex jefe de Gabinete del Ministerio de Economía, Guido Forcieri; y Nicolás Ciccone, el antiguo dueño de la firma. Si los jueces Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Juan Carlos Gemignani confirman el procesamiento de Boudou, el juez federal Ariel Lijo estará en condiciones de enviarlo a juicio oral y público.
En tanto, mañana la misma Sala escuchará los argumentos de la defensa de Jaime, quien viene insistiendo con la prescripción de una causa por dádivas en la cual está a punto de ser enjuiciado. A Jaime lo acusan de recibir entre 2006 y 2009 pasajes aéreos gratuitos, lo cual para la Justicia es una forma de soborno encubierto, por parte del empresario Claudio Cirigliano.













