Alberto Fernández abandonó China, luego de tres días de estadía en la capital, Beijing, con la sensación de haber cumplir buena parte de los objetivos que lo llevaron hasta el gigante asiático con la excusa de los Juegos Olímpicos de Invierno, cuya apertura contempló desde una grada especial, el pasado viernes, con su homólogo, Xi Jinping.

Luego de una extensa reunión de trabajo dominical, Fernández se aseguró el compromiso chino de financiar obras pendientes y por lanzar por cerca de u$s 23.000 millones.

Se trata de proyectos ya aprobados, con créditos valuados en u$s 14.000 millones que se encontraban suspendidos, debido a la endeble situación fiscal arrastrada desde 2018, y que motivó a la gestión de Mauricio Macri a recurrir al FMI, y la falta de pago de las primeras cuotas del repago en algunos proyectos, como las represas hidroeléctricas de Santa Cruz, que llevaron al país a un default bilateral.

En el Grupo de Trabajo Ad Hoc, Argentina tiene previsto presentar un conjunto de obras de infraestructura relevantes para el sector energético, la red de agua y cloacas, el transporte y la construcción de viviendas, que será discutido con la contraparte china. También los invitados especiales de la gira, los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; de Catamarca, RaúlJalil, y de Río Negro, ArabelaCarreras, celebraron convenios con empresas locales para poner en marcha inversiones.

Fernández experimentó en el Museo del Partido Comunista con un simulador de un tren de alta velocidad.

En paralelo, Fernández aprovechó la reunión bilateral con Xi Jinping para volver a solicitar que la Argentina sea incorporada al mecanismo BRICS, la asociación económica-comercial de las cinco economías nacionales emergentes más pujantes al inicio del siglo. De él participan Brasil, India, China, Sudáfrica y Rusia, a quien también se hizo un planteo similar durante la visita a Moscú, el pasado jueves.

Además de la adhesión a la Ruta de la Seda, se suscribieron trece documentos de cooperación, referidos a desarrollo verde, economía digital, área espacial, tecnología e innovación, educación y cooperación universitaria, agricultura, ciencias de la tierra, medios públicos de comunicación y energía nuclear.

Los chinos también aceptaron poner en marcha negociaciones para adecuar las normas sanitarias y fitosanitarias y habilitar nuevos establecimientos frigoríficos y pesqueros, que permitan ampliar las exportaciones argentinas de alimentos hacia este pujante mercado, y así contribuir a la reducción del déficit comercial, que en 2021 fue de aproximadamente u$s 7200 millones.

Además, Fernández y Kicillof dialogaron con autoridades de la empresa Sinopharm para avanzar en un acuerdo bilateral para la fabricación local de dosis del fármaco contra el coronavirus.

En el plano político, el Gobierno argentino prometió una mayor cooperación con Beijing en el G20 y Naciones Unidas, y reafirmó el apoyo oficial a la política "una sola China", que implica desconocer la independencia de Taiwan, Hong Kong y Macao.