Antes de subirse al Gobierno como viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, quien ya actualizó su perfil a secretario de Programación Económica, veía probabilidades bajas de que se pusiera en marcha un plan de estabilización. Ya con la llegada de Silvina Batakis al Palacio de Hacienda demandaba "una hoja de ruta mucho más certera sobre las cuentas fiscales, desde ahora hasta fines de 2023", algo que Sergio Massa reforzó en las últimas horas.
Con la llegada del tigrense, en tanto, el economista confió en que se pudiese dar una baja de la inflación del 7% al 5% y después al 4% "dentro de unos meses como para llegar al escenario electoral de mayor tranquilidad" en 2023.
inflación
"Eso sería un escenario mediocre", aventuró Rubinstein, después de una inflación de 90% este año. Para 2023 proyecta una inflación del 60/70%.
"No sería un escenario tan atractivo para el Frente de Todos. El ABC de un ajuste ahora cuando nadie quiere bonos ni pesos es tener una situación fiscal totalmente equilibrada. No hay suficiente conciencia de que la inflación funciona como un impuesto que no discrimina y que pagan todos los argentinos", detalló en una entrevista a FM Pilar.
desdoblamiento cambiario
En tanto, su análisis de probabilidades para la economía argentina, además de demandar más señales fiscales, recomendaba para el escenario base un desdoblamiento cambiario.
"Son muchas las dudas y muchas empresas, se ven obligadas a usar sus propios dólares para importar, los que son valuados al dólar MEP o CCL. Y muchos, aun los que acceden con cierta fluidez al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), ante la incertidumbre, venden su mercadería a dólar celeste. No se puede seguir así", sentenciaba en una columna de opinión publicada en Noticias. El campo reclama que le permitan liquidar al MEP, por ejemplo, una idea que promueven empresarios del sector.
El ex representante de Roberto Lavagna ante el Banco Central, en tanto consideró que -ante la emergencia- "sería definir pagos que se cursaran por el mercado llamado MULC(para la importación de toda clase de bienes y servicios) y crear un segundo mercado (algo vinculado con el MEP), donde se puedan cursar el dólar ahorro, turismo, tarjetas y, si fuera necesario, consumos denominados suntuarios" con la salvedad -en tono de broma- de que el café no sea considerado un lujo.
precios y salarios
Sobre las políticas de ingresos, Rubinstein reconoció que "administrar suavidad en las indexaciones de precios y salarios en este desorden es muy difícil" pero advirtió que "si el Gobierno está convencido de que bajará el déficit fiscal, y congruente a ello, disminuirá la inflación, debería ser muy cuidadoso con la suba de salarios, dólar, y los "precios cuidados".
deuda en pesos y en dólares
También abogó por una mejora del mercado de deuda en pesos, donde Massa ya dio señales de la mano de un canje de deuda voluntario que permitió despejar vencimientos para 2023.
Con todo, en la antesala de la llegada de Massa al Gobierno, el economista proyectó una mejora del 3,1% para el PBI, por debajo del 4% oficial y una desaceleración a 1,5% en el 2023 electoral, con un dólar oficial avanzando un poco por debajo de la inflación mensual -4,5 o 5%- durante varios meses.
Para los bonos en pesos, llamó a un acuerdo que despeje la posibilidad de un reperfilamiento -algo escrito antes del canje de Massa- y para los títulos en dólares, se podría pensar en un roll over voluntario y dar señales para dejar atrás el recurso de las reestructuraciones de deuda con acreedores.