Javier Milei llegó a la Presidencia con una máxima: no perder el tiempo y avanzar lo más rápido posible con su plan de gobierno. En su mente retumbaba el lamento de su ahora recuperado socio político Mauricio Macri y, particularmente, los funcionarios que acompañaron al líder del PRO durante su mandato y hoy son puntales de la administración libertaria -Luis Caputo, Patricia Bullrich, Federico Sturzenegger- por haberse quedado a mitad de camino, sin poder desarrollar a tiempo los proyectos que se había planteado cuando llegó a la Casa Rosada. "Ya cumplimos con el 98% de las promesas de campaña", suele señalar por estos días en los que celebra el triunfo que obtuvo en las elecciones legislativas de medio término y se mueve con mayor equilibrio, pero la misma celeridad hacia el capítulo siguiente. Durante gran parte de 2025, con especial énfasis en el último mes, comprobó que aquellos proyectos que no pudo activar en el primer año de mandato, cuando el poder y los números en el Congreso estaban de su lado, no iba a concretarlos con el calendario electoral en marcha y unarelación desgastada con quienes lo acompañaron con la ley Ómnibus. Más aún, ni siquiera iba a conseguir frenar la mayoría de las iniciativas que iban en contra de sus planes. La ventana de oportunidad se había cerrado. Pero la contundente victoria electoral del último domingo, acompañada por los cambios que se proyectan en el comercio mundial a partir del acercamiento entre Estados Unidos y China, parecen reabrirla de par en par y, por eso, puso en marcha los mecanismos necesarios para no desaprovechar la ocasión. Con un discurso más moderado, el jefe de Estado manifestó desde la misma noche del festejo libertario su deseo de dar vuelta la página electoral y avanzar rápidamente en el diálogo con los gobernadores. Este jueves, mientras Donald Trump se reúna con Xi Jinping para distender la guerra comercial, Milei recibirá a los mandatarios provinciales para recomponer relaciones y plantear las reformas que, sostiene, el país requiere cuanto antes para atraer inversores, aprovechando el nuevo escenario internacional en el que cuenta con el apoyo de Estados Unidos. Y al día siguiente hará lo propio con Macri. Por eso, ya trabaja con su equipo para tener sesiones extraordinarias cuando asuman el 10 de diciembre los nuevos integrantes de un Congreso que verá fortalecidos a los bloques oficialistas. La urgencia incluye la necesidad de aprobar el primer Presupuesto para su gestión. Pero, fundamentalmente, las reformas tributaria y laboral, que constituyen el núcleo del plan para la segunda mitad de su mandato. El margen de negociación es mayor que el que tenía apenas la semana pasada. Muchos de sus interlocutores tiene necesidades fiscales y perdieron fuerza electoral, pero aun así mantienen votos decisivos en el Congreso para otorgar el quórum y aprobar los proyectos. Para Milei, aunque la relación de fuerzas cambió, el manejo de los tiempos sigue siendo clave.