

La marcha de ayer, que es presentada como un conflicto entre Hugo Moyano y el Gobierno, tiene razones más de fondo. Entrando en el tercer año del mandato de Mauricio Macri la situación de la gran mayoría de quienes viven de su trabajo es peor que cuando asumió.
- 1) Tomado punta a punta, desde que Mauricio Macri asumió en 2015 el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras registradas es al menos un 5% menor, mientras que descendió mucho más en los sectores de la economía informal.
- 2) Esta caída del poder adquisitivo se acrecentará este año si se coloca el techo a las paritarias que propone el gobierno. Por ejemplo, en el caso de los bancarios que vienen realizando paros en las últimas semanas, se les ofrece un 9% de aumento mientras la meta de inflación del gobierno para el año es del 15% y las estimaciones de consultoras y centros de estudio se encuentran cercanas al 20%. A los y las docentes de Provincia Buenos Aires se les está ofreciendo un 15% sin cláusula gatillo.
- 3) La tasa de desempleo aumentó durante el gobierno de Macri del 6,5% a 8,5% según datos de CIFRA. El Gobierno ha tenido una actitud absolutamente pasiva ante situaciones de despidos y se ha puesto del lado de las empresas. Incluso ha comenzado este año nuevamente realizando un fuerte ajuste en el propio Estado, con hechos destacados como el INTI en donde se desarticulan instituciones fundamentales para el desarrollo del país.
Recordemos el veto a la ley antidespidos que buscaba evitar esta situación, en reemplazo de la cual el gobierno firmó un pacto ficticio con empresarios donde estos se comprometían a no despedir más. Huelga decir que no se cumplió.
- 4) La apertura de importaciones generó una caída del empleo en el sector industrial y debilitó el mercado interno. En concreto desde que asumió Macri se perdieron 65 mil puestos de trabajo industriales. En el sector primario, a pesar de las facilidades que el Gobierno de Cambiemos les brindó reduciendo impuestos a las mineras y al sector agroexportador, se perdieron 3000 puestos de trabajo registrado desde diciembre de 2015
- 5) Funcionarios del equipo económico insisten en mostrar las cifras de creación de empleo escondiendo que se trata de monotributistas, por lo que asistimos a una reconversión de la composición del trabajo, en donde cada vez se genera empleo de peor calidad. Basta ver que el sector industrial es donde más trabajo se perdió y el rubro comercio y reparaciones donde más puestos de trabajo se crearon. El promedio salarial de la industria es a su vez un 58% más elevado que en comercio y reparaciones.
- 6) Todo esto puede empeorar si avanza la reforma laboral que está en carpeta y viene a profundizar la precarización quitando derechos que se conquistaron hace más de 70 años. La reforma apunta a incrementar la carga horaria, reducir las indemnizaciones, facilitar la tercerización y habilita formas de contratación que hasta ahora se consideran fraude laboral. Sumada a la reforma previsional aprobada en medio del escándalo de diciembre pasado, se trata de una política económica que perjudica a todo el mundo del trabajo.
La oferta de paritaria sin cláusula gatillo evidencia la lógica detrás de la política del gobierno hacia el salario y el trabajo. En 2016 operó una caída brutal del poder adquisitivo. En 2017 se ofreció cláusula gatillo para empatar con la inflación, lo que consolidó la caída del año anterior y le permitió generar menos antipatía social en un año electoral.
En este 2018 no hay elecciones ni pérdida del salario real a consolidar, por lo que el Gobierno vuelve por otra reducción de los ingresos reales de los y las trabajadoras. La verdadera meta no es la pauta inflacionaria ni el crecimiento vía inversiones. La principal meta de la política económica de Cambiemos es bajar los salarios. Si un sector importante de la población no está dispuesto a aceptarlo, tendremos muchos #21F en este año.












