En la carrera por la presidencia, cada uno imagina una conspiración en su contra. Javier Milei, en La Libertad Avanza, en primer lugar, considera que hay una gran coalición de políticos corruptos, periodistas ensobrados y empresarios prebendarios que actúan en su contra de forma coordinada con poderes ocultos en las redes sociales y los dueños de los canales de televisión que estarían alimentando críticas todo el tiempo para que pierda la elección, básicamente porque son cómplices de la casta. En su participación en el Latam Economic Forum hace una semana, además, sumó a encuestadores y economistas que hacen "falsa ciencia" para restarle posibilidades de triunfo. Las cartas de economistas e intelectuales advirtiendo por los riesgos que conllevan sus propuestas le alimentan la reacción del "vieron, ahí están contra mí porque son el status quo", que un poco también se veían en las reacciones de Donald Trump, cuando se acercaba a la presidencia de los Estados Unidos. Cuando The Economist posteó en Instagram la nota que se titulaba sobre que es un "peligro para la democracia", comentaban abajo: "Ahí está 'The communist'". En Unión Por la Patria, en tanto, el fallo que condena al país a pagar US$ 16 mil millones por la expropiación de YPF generó una reacción también conspiranoica. Se apuntó a una operación de los fondos buitres que "justo, qué casualidad, siempre aparecen en épocas de elecciones", como señaló por ejemplo Carlos Bianco, jefe de asesores del gobernador Axel Kicillof, que era el interventor y cerebro de la medida de 2012 que objeta la justicia estadounidense porque no incluyó una compensación proporcional para el resto de los accionistas minoritarios. El encono que mostró la magistrada Loretta Preska en las 25 páginas de la decisión del viernes pasado, donde lo menciona a Kicillof específicamente y recuerda aquello de "no vamos a ser tan estúpidos de pagar como dice el estatuto", le da más letra a los que ven al capitalismo internacional queriendo frenar el avance de una fuerza "nacional y popular" que, bueno, lleva a Sergio Massa como candidato, pero eso es un detalle. A propósito, ayer la Argentina hacía un último intento por bajar unos US$ 700 millones el cálculo de daños que impuso el tribunal, con una última presentación que muy posiblemente sea rechazada en la orden final que dicte Preska en las próximas horas, en lo que será una nueva excusa para que acá se agite la idea de que el poder trasnacional está contra nosotros, más allá de que alguien podría argumentar que si hace una década se le hacía una oferta a prorrata a todos los accionistas tal vez se ahorraban todos estos quilombos. Por último, los que están realmente convencidos de que también hay un mega pacto en su contra son los de Juntos por el Cambio. Si ya sospechaban que por el buen trato mutuo y por algunos nombres en la integración de las listas había algún tipo de arreglo entre el massismo y los libertarios para hacerle la de Boca-Oriente Petrolero cuando empataron 0 a 0 para dejar afuera a River de la Copa Libertadores 91, esta semana no pueden estar más convencidos de que algo hay, luego de que Milei pidiera postergar la presentación del Presupuesto 2024 y en Economía dijeran "lo vamos a estudiar". Massa, a todo esto, que ni siquiera retuiteó los posteos de Kicillof contra la "operación buitre 2023" y no hizo ningúna declaración al respecto, sí puede apelar a alguna conspiración que le siente bien para descargar responsabilidades por el pico de aumento de precios registrado en el mes en el que devaluó de la peor manera, según todos los economistas. Quienes transitan los grandes centros logísticos de las principales empresas de alimentación e higiene han notado un cambio en el movimiento de los camiones.Entran muchos más de los que salen, y las naves están abarrotadas de mercadería, como esperando un desenlace, una definición. Mientras tanto, en esta transición eterna aparecen un montón de pronósticos alucinantes sobre un futuro no tan lejano. Que va a llover, que el litio la va a romper, que Vaca Muerta explota, que los pibes que programan copan el mundo, que el trap es la movida musical global más grosa, que la Selección de Scaloni es una muestra de lo que somos capaces de hacer si más o menos nos organizamos y estabilizamos el talento con un rumbo claro. Son todas frases, pronósticos, metáforas, ejemplos respecto de que lo que viene no tiene techo, que se pueden decir en cualquier presentación en un auditorio y te entusiasman. Pero, al mismo tiempo, todo eso se prevé que ocurra después de una montaña de incertidumbre respecto de las próximas semanas, de los próximos meses. ¿La inflación seguirá acelerando, después del 12,4% que se informó ayer? La devaluación del 14 de agosto, ¿fue la última del año así de un saque, o habrá otro "salto discreto" el día después de la primera vuelta? ¿O el blue se puede despertar otra vez? ¿Qué puede pasar después del 22 de octubre, según cuáles sean los resultados? ¿Cómo llegará el país al 10 de diciembre? ¿Hasta dónde es posible que se sigan pisando importaciones, si esto frena la actividad y no aminora el costo de vida? Este cruce entre el corto y el mediano o largo plazo, en definitiva, se manifiesta en un hecho concreto: luego de que la Argentina terminara el Gasoducto Néstor Kirchner para por fin poder empezar a utilizar los recursos en abundancia que salen del yacimiento no convencional de Neuquén, está muy trabada la conexión de hogares a la red de gas porque no se consiguen medidores domiciliarios para completar la instalación dado que hay problemas con los insumos, que entran a cuenta gotas o directamente no se consiguen. Las dos compañías que los fabrican, Accell y Honeywell, realizan entregas de forma esporádica ante la falta de materiales. Durante julio y agosto fue un suplicio conseguir visores y relojes, e incluso los diafragmas, que vienen del exterior. Ahora el tema son los faltantes de las partes nacionales, como las carcasas, la tornillería, las placas o los inyectados de plástico. Las distribuidoras demoran los cierres de obras que están previstos hasta nuevo aviso, a la espera de que se normalice la situación cambiaria, se liberen divisas para importaciones, se ordene el país. En algunos puntos del país era imperiosa la instalación mientras se atravesaba el invierno. Ahora hay una buena: llega la primavera (?).