Investigadores de la Universidad de Hong Kong informaron recientemente que un hombre de esa misma zona geográfica se infectó de Covid-19 por segunda vez, siendo este el primer caso documentado en el mundo.

Según la comunicación publicada en la revista Clinical Infectious Diseases de la Oxford Academy, el paciente de 33 años, tuvo una primera infección con síntomas muy leves y una segunda completamente asintomática, después de viajar a España. El segundo episodio de infección asintomática ocurrió 142 días después del primero en un paciente aparentemente inmunocompetente.

Al principio, los funcionarios de salud no estaban seguros de si el hombre era un "portador persistente" del virus de su infección anterior. El equipo de investigación de HKU afirmó que la secuenciación genética mostró que las cepas de virus contraídas por él en abril y agosto eran "claramente diferentes". Los análisis epidemiológicos, clínicos, serológicos y genómicos confirmaron que el paciente tuvo reinfección en lugar de diseminación viral persistente de la primera infección.

En declaraciones a Science Media Center, Jeffrey Barret, consultor científico para el Proyecto del Genoma del Covid-19 del Wellcome Sanger Institute británico, ha afirmado que las diferencias genéticas entre las dos cepas sugieren “que es mucho más probable que este paciente tuviese dos infecciones distintas que una sola seguida por una recaída .

Esos resultados sugieren que el SARS-CoV-2 puede seguir circulando entre las poblaciones humanas a pesar de la inmunidad colectiva debido a infección natural o vacunación. Nuevos estudios de pacientes con reinfección arrojarán luz sobre correlatos protectores importantes para el diseño de vacunas.

Es un hecho conocido que se puede ver con otros virus que pueden infectar en varias ocasiones, como los coronavirus que provocan resfríos y en los que el contacto con el virus no impide la reinfección, pero suele provocar efectos más leves en contactos posteriores.

Con anterioridad a este caso, se habían registrado ya muchos casos de recrudecimiento de la infección luego del alta médica a lo que los expertos veían varias posibles explicaciones. Una es que le haya quedado en el cuerpo una pequeña cantidad de virus, insuficiente para dar positivo en las pruebas, pero bastante como para reproducirse y volver a dar positivo si el organismo no ha desarrollado anticuerpos en cantidades adecuadas para combatirla.

También es posible que esa falta de anticuerpos permita una segunda infección de fuentes externas.

Otro ejemplo es el caso del herpes zóster, consecuencia de una infección anterior con el virus de la varicela, en el que el virus queda latente en alguna parte del cuerpo. Diferentes estudios realizados hasta ahora en todo el mundo sobre miles de infectados, indican que casi todos ellos generan una respuesta inmune, aunque la enfermedad cursada haya sido leve.

Dado el poco tiempo que ha pasado desde el origen de la pandemia, aún existen dudas sobre la duración de esa respuesta inmune y si impedirá infecciones posteriores durante años o solo hará que cuando se produzca una nueva infección la enfermedad tendrá un carácter más leve.

No obstante, Jeffrey Barret advierte que no se pueden sacar grandes conclusiones respecto al comportamiento del virus a partir de una sola observación. “Teniendo en cuenta el número de infecciones globales hasta ahora, ver un solo caso de reinfección no es tan sorprendente, incluso si es algo muy raro.

La catedrática en inmunología de la Universidad de Vigo África González, coincide en que “es posible que pueda haber algún episodio de reinfección, pero en cualquier caso serían muy raros .

Manel Juan, jefe de Inmunología del Hospital Clínic de Barcelona, afirma que este caso “sería la excepción que confirma la regla y prosigue: “Sin duda, algún día a alguien le fallará el sistema inmunitario frente al covid como ha fallado frente al sarampión o la polio, lo esperable es que sea en menos de un caso entre 100.000 o posiblemente uno entre un millón . “Lo raro es que entre millones de contagios no haya algún caso. Lo que queda en duda es si esto es frecuente después de cuatro meses y eso sería uno por 1.000 o por 100. Uno por 10.000 sería novedoso, pero uno entre un millón es la excepción que confirma la regla , concluye Juan.

Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología aclara: “Los estudios realizados hasta el momento se centran en una sola parte de la inmunidad, la dependiente de anticuerpos , pero hay otra gran clase de inmunidad que puede ser más efectiva y de la que hasta ahora hemos sabido mucho menos: la basada en varios tipos de células del sistema inmune conocidas como linfocitos.

Entre todas ellas hay dos especialmente importantes: los linfocitos CD8+ capaces de matar a las células infectadas y los CD4+ que son indispensables para fabricar nuevos anticuerpos en caso de que el virus regrese semanas o meses después de haberse superado la primera infección.

Cuando un virus entra en el cuerpo se pone en marcha un mecanismo en el que las moléculas de histocompatibilidad identifican diferentes fragmentos del patógeno —antígenos— y se los presentan a los linfocitos.

En cada infección viral se pueden generar cientos de antígenos diferentes y por cada uno habrá un linfocito que llevará consigo ese retrato robot para identificar y destruir al virus en caso de encontrarlo.

Los linfocitos además tienen memoria, por lo que si reaparece el patógeno semanas o meses después —incluso toda la vida en algunas enfermedades— lo recordarán y podrán eliminarlo.

El Departamento de Medicina Interna, Hospital Universitario de Tübingen, Alemania en uno de los estudios más grandes y completos realizados sobre este tema ofrece resultados muy esperanzadores: el 100% de los infectados desarrolla una respuesta inmune celular basada en linfocitos. Estos resultados se suman a trabajos anteriores que mostraban que prácticamente todos los infectados desarrollan anticuerpos contra el virus tras una infección.

Lo más interesante es que en parte de los que cursaron la enfermedad no se detectaron rastros de anticuerpos. Esto quiere decir que si se les hubiera hecho un test convencional les habrían contado como no infectados, pero en realidad son gente que ha pasado la enfermedad y que además tiene linfocitos de memoria que les deberían proteger de nuevas infecciones.

Nueve meses después de la llegada de la peor pandemia del siglo XXI persisten importantes dudas sobre el nivel de protección de las personas una vez que han superado la infección por coronavirus.

La mayoría de la atención en este campo está volcada en la generación de anticuerpos. Estas proteínas son una de las armas que usa el sistema inmune para bloquear la entrada del virus en las células del cuerpo.

Pero los anticuerpos son solo una de las muchas maneras con las que el sistema inmune humano puede derrotar al virus y es posible que haya otras mucho más importantes para responder las preguntas que siguen persiguiendo a los médicos y científicos: ¿pasar el covid nos hace inmunes al virus? ¿Por cuánto tiempo? ¿Hay gente que tiene más inmunidad? ¿Y si hay dudas sobre la inmunidad, cómo puede afectar eso a las vacunas?