A sólo dos horas de Bogotá: el pueblo de Boyacá con el nombre más corto

Boyacá es una región llena de pueblos con encanto, historia y paisajes naturales que atraen a viajeros en busca de tranquilidad y cultura. A poca distancia de Bogotá, se encuentran municipios con una fuerte identidad tradicional, donde la arquitectura colonial, la gastronomía y los paisajes montañosos ofrecen una experiencia auténtica.

Uno de estos destinos es Tuta, un pequeño pero acogedor municipio ubicado a aproximadamente 120 kilómetros de la capital colombiana. 

Con una combinación de historia, belleza natural y tradiciones locales, este pueblo es ideal para quienes desean una escapada diferente sin alejarse demasiado de la ciudad.

¿Cómo llegar de Bogotá a Tuta?

Ubicado a aproximadamente 120 kilómetros de Bogotá, el trayecto hasta Tuta puede realizarse en automóvil o en transporte público. La ruta más común es tomar la carretera hacia Tunja y luego seguir por la vía que conduce a este municipio. El recorrido dura cerca de dos horas y ofrece vistas panorámicas de la región boyacense.

¿Qué visitar en Tuta?

A pesar de su tamaño, Tuta cuenta con varios atractivos turísticos que vale la pena visitar. Entre ellos destacan:

Plaza Principal de Tuta

El corazón del municipio es su plaza principal, donde los visitantes pueden admirar la arquitectura colonial, disfrutar de la tranquilidad del pueblo y degustar productos locales en los comercios cercanos.

Iglesia de San Bartolomé

Uno de los lugares más emblemáticos de Tuta es la Iglesia de San Bartolomé, una construcción histórica que conserva el encanto de las iglesias boyacenses. Su diseño arquitectónico y su importancia cultural la convierten en una parada obligatoria.

Miradores naturales

Para los amantes de la naturaleza, Tuta ofrece varios miradores desde donde se pueden observar los valles y montañas que rodean el municipio. Estas vistas panorámicas son perfectas para fotografías y momentos de relajación en contacto con el entorno natural.

¿Qué comer en Tuta, Boyacá?

Tuta conserva la tradición culinaria de Boyacá, con platos como la mazamorra chiquita, la arepa boyacense y el mute santandereano, que se pueden disfrutar en pequeños restaurantes familiares. 

En este sentido, el municipio cuenta con festividades que celebran su historia y tradiciones, ofreciendo a los visitantes una experiencia cultural auténtica.