El Ministerio de Hacienda de Colombia y la DIAN anunciaron la eliminación de la retención del 1,5% que gravaba las transacciones con tarjetas de débito, tarjetas de crédito y medios digitales. El Gobierno modificó la propuesta inicial tras la ola de críticas y la convirtió en una retención del 0% para todos los medios de pago.
La medida se presenta como un incentivo directo para el uso de medios electrónicos y una apuesta por la modernización y la trazabilidad fiscal. Fuentes oficiales señalan que el cambio evita distorsiones que podían favorecer el uso de efectivo y debilitar los controles contra la evasión y el contrabando.
Qué cambia para los consumidores
A partir de la firma del decreto, los compradores ya no enfrentarán un recargo del 1,5% que en algunos comercios se trasladaba al precio final. Esto convierte pagar con tarjeta en una opción más conveniente y transparente, especialmente en compras navideñas y transacciones de alto volumen.
La eliminación de la retención también reduce la carga administrativa para comerciantes y plataformas de pago, que ahora no deberán aplicar ni reportar este descuento en cada operación, aunque se mantienen las obligaciones fiscales generales.
Por qué el Gobierno dio marcha atrás
La decisión fue motivada por la presión de ciudadanos y gremios, y por comentarios técnicos que alertaron sobre un efecto indeseado: incentivar el uso del efectivo. El ministro Germán Ávila y el director encargado de la DIAN, Carlos Emilio Betancourt, explicaron que la retención generalizada podría afectar la trazabilidad de operaciones clave.
Además, los responsables públicos defendieron que la medida busca nivelar las reglas entre tarjetas y sistemas electrónicos como Nequi o Daviplata, pero sin imponer una carga que termine perjudicando la formalidad. Este ajuste deja en claro que tanto las tarjetas de crédito y débito como las plataformas de pago digital quedarán con una retención del 0%, una modificación que fue resultado directo de las más de 170 observaciones presentadas por gremios, expertos y ciudadanos.
El cambio beneficiará tanto a consumidores como a comerciantes, quienes dejarán de trasladar ese porcentaje adicional al precio final de los productos o servicios. Al mismo tiempo, el Gobierno espera que la medida contribuya a reforzar la confianza en los medios digitales, estimulando la inclusión financiera y la reducción del uso de efectivo.
Qué sigue y qué deben vigilar los usuarios
Aunque la medida facilita pagar sin recargos, los consumidores deben conservar comprobantes y revisar extractos ante cualquier ajuste comercial. La DIAN y el Ministerio insistieron en que la medida no altera otros tributos ni las obligaciones de reporte fiscal.
En términos económicos, la iniciativa podría impulsar el gasto durante la temporada alta y mejorar la formalización de las transacciones, siempre que se acompañe de campañas informativas claras y controles efectivos por parte de las autoridades.