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La inminente aproximación del 3I/ATLAS, un objeto interestelar clasificado como cometa, activó una movilización inédita en la comunidad científica internacional. Su paso se convirtió en el escenario ideal para ensayar ejercicios de defensa planetaria a gran escala, cómo confirmo la NASA.

El protocolo, junto con otras agencias espaciales, busca afinar la capacidad global para detectar, seguir y evaluar cuerpos que podrían convertirse en amenazas reales.

Un simulacro internacional sin precedentes

La iniciativa comenzó a finales de noviembre y se extenderá hasta enero de 2026 bajo la coordinación de la Red Internacional de Alerta de Asteroides, que agrupa a expertos de más de 23 países. En este marco, se ponen a prueba sistemas de observación y análisis diseñados para identificar objetos cercanos a la Tierra.

El cometa 3I/ATLAS comenzará su paso por el sistema solar y podrá ser visto durante varios días (Fuente: archivo).
El cometa 3I/ATLAS comenzará su paso por el sistema solar y podrá ser visto durante varios días (Fuente: archivo).

Según las agencias participantes, la ventaja del 3I/ATLAS es que ha podido ser observado durante un periodo prolongado, lo que permite entrenar a astrónomos y centros de monitoreo en el seguimiento preciso de cuerpos con trayectorias complejas.

Qué se sabe del 3I/ATLAS y su paso por la Tierra

Los cálculos indican que el cometa pasará a unos 170 millones de millas del planeta antes de continuar su recorrido por el sistema solar, sin riesgo de impacto. La NASA descartó cualquier origen artificial, pese a especulaciones académicas basadas en comportamientos atípicos como aceleraciones no gravitacionales.

Aun así, los científicos insisten en que estudiar estos visitantes interestelares es clave para mejorar los modelos de predicción. Los cometas, a diferencia de los asteroides, presentan estructuras difusas que dificultan su observación y evaluación desde la Tierra.

Las herramientas que protegen al planeta

Para este ejercicio, la NASA sumó al orbitador de reconocimiento de Marte y su cámara HiRISE, mientras la Agencia Espacial Europea combinó datos de telescopios en Hawái, Chile y Australia con misiones espaciales activas para triangular la trayectoria del cometa.

Europa también cuenta con sistemas automáticos como Meerkat, enfocado en alertas de impacto inminente, y Aegis, que proyecta riesgos a largo plazo. Estas herramientas se complementan con experiencias previas como la misión DART, que en 2022 logró desviar un asteroide de prueba, consolidando la idea de que la defensa planetaria ya no es ciencia ficción, sino una prioridad científica global.