
Nueva York es una ciudad llena de sorpresas, con una arquitectura variada que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo. Y mientras que lo destacado de esta ciudad son sus altos rascacielos y enormes casas en los suburbios, en esta ocasión se viralizó la historia del departamento más fino de toda la ciudad (y uno de los más finos de todo el mundo).
La definición de "fino" no tiene que ver con la delicadeza o el lujo de su interior, sino -literalmente- con la cantidad de metros de ancho que tiene. Y es que en total, la edificación de tres pisos de alto cuenta solamente con 2,9 metros de ancho -lo que lo vuelve el más pequeño en toda la ciudad-.
Pero a pesar de contar con un espacio tan reducido (con un total de 92 metros cuadrados), el valor de esta propiedad ronda aproximadamente los u$s 5 millones. La valuación tiene que ver no solo con el título que ostenta, sino que también con la cantidad de personas famosas que vivieron en el mismo.
LA HISTORIA DE 75 ½ BEDFORD STREET
La casa fue construida en 1873 durante el boom de propiedades que se vivió en el barrio de West Village (hoy en día Greenwich Village), en el lugar que ocupaba el garaje para carrozas de una de las propiedades adyacentes. Es debido a esto que su numeración está puesta como 75 y medio, encontrándose entre los lotes 75 y 77 de la calle Bedford.
Aunque en un principio pasó desapercibida, durante los años 20' y 30' empezó a cobrar notoriedad por ser el hogar de distintas estrellas del cine y personalidades famosas en general. En la casa vivieron la poeta Edna Millay, la escritora Ann McGovern, el caricaturista William Steig (creador del libro de ilustraciones "Shrek!" del cual se basa la película de nombre homónima) y la antropóloga Margaret Mead, entre muchos otros.
A día de hoy es un popular sitio turístico que fue incluido como parte del distrito histórico de la ciudad de Nueva York, aunque todavía no se le dio el carácter de "patrimonio histórico" de la misma.
CÓMO ES LA CASA POR DENTRO
En cuanto a su interior, la misma consta de dos pisos bien amueblados y con buena iluminación. Se destaca principalmente la salida al pulmón de manzana que también funciona como patio y un solar que fue construido ni bien empezado el siglo XX para mejorar la luz del tercer piso.

Por otro lado, cuenta con chimeneas que permiten hacer hogueras en cualquiera de los tres pisos -con una estando incluso en el baño-, mientras que la habitación principal tiene una cama queen plegable -única forma de hacerla entrar-.
En cuanto a la estructura, la misma cuenta con las vigas originales puestas a finales del siglo XIX, siendo una construcción interna hecha principalmente de madera. En total tiene un ambiente por piso, con la planta baja conteniendo la cocina/comedor, el segundo funcionando como habitación/baño y el tercero sirviendo como una especie de sala de estar. También tiene una terraza que da al pulmón de manzana.













