Sidney no es la capital de Australia, pero es la capital de Nueva Gales del Sur y el centro financiero y corporativo del país. Esta ciudad de más de cuatro millones de habitantes ofrece actividades y paseos diversos. Desde deportes acuáticos, zoológicos y acuarios hasta barrios culturales y edificios súper modernos, sin dudas es una ciudad para disfrutar en cualquier momento de la vida.

Sidney Opera House: es uno de los edificios más famosos del mundo y en 2007 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fue diseñada en 1957 por el arquitecto danés Jorn Utzon e inaugurada en 1973. Cuenta con cinco teatros, cinco estudios de ensayo, dos salas principales, seis bares, cuatro restaurantes y varios locales de recuerdos.

Harbour Bridge: inaugurado en 1932, es uno de los puentes más lindos del mundo; y junto con la Ópera de Sidney brindan una vista inigualable de la ciudad. Esta construcción se encuentra sobre la Bahía de Sidney y une el Distrito Financiero con la parte norte de la ciudad (la zona más comercial y residencial). Además, cada año nuevo se realiza un show de fuegos artificiales realmente increíble.

Playas de Sidney: entre las playas más famosas de la ciudad se destacan Bondi, Coogee y Manly. Debido al clima cálido, las playas atraen turistas de todas partes del mundo durante la mayor parte del año. El agua es clara y limpia, y es muy común ver deportistas practicando surf, windsurf y kayak, entre otras actividades.

The Rocks: es el barrio más antiguo y se encuentra en el corazón de Sidney. Allí se alzan edificios históricos restaurados, galerías de arte, cafés, pubs, restaurantes y tiendas turísticas. En una recorrida por The Rocks es elemental visitar el Museo de Arte, que cuenta con una importante colección de arte australiano e internacional.

Taronga Zoo: ubicado en Mosman, es el zoológico más importante de la ciudad y posee una gran variedad de animales de diferentes partes del mundo como frica, Asia y, obviamente, Australia.

Sidney Aquarium: es uno de los acuarios más interesantes del mundo, con un túnel que atraviesa una pileta repleta de tiburones, tortugas gigantes y rayas que pasan por encima de los visitantes. Se exhibe una amplia variedad de vida marina que tiene Australia en sus costas, como peces coloridos, cocodrilos de agua salada y anémonas.

Hyde Park Barracks Museum: es un edificio que a principios del siglo XIX funcionó como alojamiento para los presos enviados desde Inglaterra. Se exhiben las colecciones de armas, las hamacas donde dormían los convictos y los cajones de confinamiento reservados para los más rebeldes. A través de las computadoras, los turistas pueden acceder a la historia de los presidiarios y por qué crimen terminaron allí.

Cementerio de Rookwood: es uno de los puntos más bellos y menos conocidos de la ciudad. Si bien no hay muchas personalidades famosas enterradas allí, la belleza del lugar es su fuerte. Es un inmenso parque donde se multiplican capillas, mausoleos y lápidas que parecen verdaderas obras de arte.

Kings Cross: es el barrio más cultural del país. Está poblado de restaurantes, galerías de arte, tiendas de libros antiguos, ateliers y bares, donde novelistas y poetas se sientan a conversar o escribir.

Chinatown: fusiona los tradicionales colores, aromas y sabores orientales unidos a modernos bares, clubes y restaurantes. El Dixon Street Mall es el centro neurálgico del barrio, donde se pueden conseguir especias, fuegos artificiales y antiguos remedios chinos. z we