El pasado martes, mientras una multitud celebraba exultante en la Plaza Dam de Amsterdam la entronización de Guillermo Alejandro y Máxima Zorreguieta como nuevos reyes de los Países Bajos, en Buenos Aires la comunidad holandesa local hacía lo propio en un Hipodromo Argentino de Palermo teñido del tradicional oranje de la casa real.
Como anfitrión de la glamorosa jornada, el embajador holandés Hein De Vries intentaba explicar -con un marcado acento neerlandés- a políticos, empresarios y periodistas, las razones del entusiasmo que despierta la figura de Máxima y cuál será su influencia como reina consorte.
Pasado el fervor naranja, el representante de los Países Bajos recibió a El Cronista WE para una entrevista en la que sorpresivamente reconoció las dificultades que atraviesa la relación comercial entre ambos países. Mis preocupaciones vienen por el lado de la economía. Las oportunidades para hacer negocios en la Argentina son ventanas que se cierran de vez en cuando, sostuvo el experimentado diplomático, quien ocupa el cargo hace tres años.
Si bien destacó que Holanda continúa siendo uno de los principales socios comerciales de la Argentina, De Vries no ocultó su preocupación por la menguante diferencia en la balanza comercial -históricamente superavitaria para la Argentina- y reconoció problemas en muchos sectores, al referirse a la caída de las inversiones holandesas en el país. El clima tiene que cambiar un poco antes de que las empresas holandesas vuelvan a mirar en la dirección de la Argentina, sostuvo.
A continuación, el diálogo con el Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de los Países Bajos en Buenos Aires, en la era de la reina Máxima.
l ¿Cómo explica usted el hecho de que la figura de Máxima Zorreguieta despierte tanta simpatía y entusiasmo en el pueblo holandés?
- Mire, su pregunta tiene una respuesta un poco obligada, pero debo decirlo. La simpatía de alguien siempre es algo muy personal. Pienso que en el caso de Máxima hay que mencionar la palabra carisma. Pero, ¿qué es el carisma? Es una cualidad que se compone de varios elementos y ella los aprovechó para conectarse con mucha gente en Holanda. Con gente humilde, pero también con gente de todos los niveles de la población. Ella tiene el toque. Tiene el carisma necesario para vincularse con todos. Y en ese sentido, es invencible. Es tan popular y tan querida, que su popularidad solamente puede bajar. Ése es el único punto negativo. Su popularidad no puede subir más.
l ¿Cuál cree que será su rol como reina consorte?
- En su discurso, el rey Guillermo dedicó una referencia muy interesante a ella. Habló de una mujer responsable y presente. Y dijo que estaba convencido de que ella va a aportar lo necesario para ser una óptima consejera para sus funciones. Pero también marcaba el Rey que la responsabilidad del Estado es suya, y que el rol de Máxima es el de consorte y de ser una fuente de sabiduría.
l Usted ya lleva tres años viviendo en la Argentina. ¿Cree que la personalidad latina de Máxima generará un cambio en el estilo de conducción de la realeza?
- Es difícil para mi hablar de argentinidad. Los pueblos latinos son diferentes de los pueblos del norte de Europa. Hoy en día tenemos en Holanda una sociedad moderna que tiene que aprender a vincularse con una población que llega de todos los países del mundo. Y en mi opinión, ésa es una tarea que se adapta perfectamente a Máxima. Ella es el símbolo de la nueva unidad que tenemos que buscar en mi país para volver a creer en la identidad holandesa.
l Justamente, una frase de la propia Máxima respecto a la inexistencia de un "ser holandés" despertó polémica allá por 2007...
- Soy consciente de que se trata de un concepto cargado de significado, porque en sus primeros tiempos como princesa, Máxima se equivocó y dijo que no había una identidad holandesa. Pero creo que hoy justamente en ella podemos encontrar esa nueva identidad.
l ¿Cuánta influencia en la práctica tienen los reyes sobre la coalición que actualmente gobierna el país?
- No mucha. No hay que buscar funciones políticas en una monarquía constitucional. En este sistema de gobierno, todos los poderes políticos son ejercidos por la democracia parlamentaria. Pero en los reyes tenemos una institución que garantiza la continuidad de todas las otras instituciones. En una monarquía constitucional no se puede dañar nunca jamás a una institución del Estado, porque está garantizada una unidad que va por sobre todas las cosas. Es el símbolo más alto. Normalmente, los reyes aparecen aquí y allí, dan pocos discursos, quizás en la Navidad, o durante una visita de Estado en el extranjero. Y con solo algunas palabras, dan direcciones. Pero siempre de forma muy indirecta.
l A diferencia de otros países de Europa, la popularidad de la realeza en Holanda no parece haber sufrido tanto el impacto de la crisis de la eurozona. ¿Cómo está la situación económica en su país?
- Hay dificultades, pero ya que mencionamos a la identidad holandesa, podemos hablar del poder colectivo que llevamos en nuestro ADN. Creo que tenemos una gran fuerza como pueblo, basada en una educación primaria, secundaria y terciaria muy avanzada y que cuidamos desde hace mucho tiempo. Entonces tengo confianza en que vamos a superar todas las dificultades que tenemos hoy en día y vamos a resurgir. De hecho, comparativamente, ya no tenemos tantos problemas como otras naciones de la Unión Europea. Todavía hay dificultades, pero vamos a salir de la crisis.
l ¿Cuales son los puntos positivos y los negativos de la relación bilateral entre Argentina y Holanda actualmente?
- Es una relación a la que este año encuentro muy bien. Tenemos muchos contactos culturales y mucho intercambio en ese sentido con Buenos Aires. Un ejemplo claro de esto es el homenaje que le rindió esta semana la Ciudad a Máxima, con el show "Un tango para Máxima". Y en cuanto al turismo, también hay lazos muy fuertes.
l ¿Y qué hay de los aspectos negativos?
- Mis preocupaciones vienen por el lado de la economía. Es un terreno en donde el intercambio comercial se mantiene en grandes cantidades, tanto en soja como en combustibles. Holanda sigue siendo uno de los principales socios comerciales de la Argentina. Pero pienso que estamos retrasados en cuanto a las posibilidades para las pequeñas y medianas empresas. Las oportunidades para hacer negocios en la Argentina son ventanas que se cierran de vez en cuando.
l ¿Cómo analiza el intercambio comercial entre ambos países?
- Hay muchas cifras en alza para nosotros, como en el sector energético, debido a la importación de energía. Es decir, la balanza comercial cada vez está más a favor de Holanda, cuando históricamente fue ampliamente deficitaria. Esa diferencia está achicándose, en gran medida por la creciente importación de energía desde el puerto de Rotterdam.
l ¿Hay otras razones? ¿Cómo ve el flujo de las inversiones de Holanda hacia la Argentina?
- Tenemos problemas en muchos sectores. El clima tiene que cambiar un poco antes de que las empresas holandesas vuelvan a mirar en la dirección de la Argentina. z we