

Los ejecutivos de empresas alemanas confían en una mejora del escenario económico a corto plazo, de acuerdo a un trabajo de la Cámara Brasil-Alemania realizado en el tercer trimestre con los asociados. De acuerdo con el sondeo, 77% de los entrevistados afirman tener proyectos concretos de inversiones en Brasil.
El mismo estudio elaborado en el segundo trimestre indicaba que 61% de las empresas tenían proyectos concretos. El relevamiento consultó a 1.200 empresarios o ejecutivos de compañías alemanas que, según estimaciones de la Cámara, responden por cerca de 10% del PBI brasileño.
Las empresas también estiman que el escenario para efectuar las inversiones será más propicio dentro de seis meses. Cerca de 36% de los entrevistados evaluaron como desfavorable el clima general en el tercer trimestre para las inversiones y solamente 23% lo consideró favorable.
Con respecto a los próximos seis meses, la parte de entrevistados que ve un ambiente desfavorable a las inversiones es de 23% y la que considera lo contrario es de 32%.
Weber Porto, presidente de la Cámara Brasil-Alemania, reconoció que la evaluación que hacen hoy algunas empresas acerca del escenario para las inversiones es más pesimista. En el tercer trimestre, 5% de los entrevistados llegó a declarar que el clima era extremadamente desfavorable para la inversión.
Esa evaluación más pesimista existía en los dos primeros trimestres del año. Sin embargo, el hecho de que más empresas hayan explicitado proyectos concretos en el país, muestra que, en un plazo más largo, Brasil es un lugar considerado de interés para invertir.
Según Porto, pesan a favor del país perspectivas de mejora del consumo doméstico, con una demanda más alta en áreas como infraestructura y energía.
Pero el escenario trazado por las empresas alemanas para la exportación es menos optimista. En el tercer trimestre 32% de los ejecutivos consideraron las condiciones desfavorables para la exportación. Un panorama para los próximos seis meses indica que sube a 41% los que consideran que las ventas al exterior enfrentarán un ambiente desfavorable. Para Porto, el tema está relacionado con el cambio.
El sondeo mostró que 72,7% de las empresas ven la necesidad de una desvalorización mayor del real frente al dólar. Solo 18,7% consideran adecuada la tasa actual.
En relación al cambio, Porto también destacó que las empresas modificaron su posición. En el segundo trimestre, cuando el dólar se mantenía en un nivel cercano a R$ 2, solo 33,3% de los entrevistados consideraban la necesidad de desvalorizar la moneda nacional, mientras 55,6% juzgaban adecuada la tasa de la época. Las empresas creían que esa tasa garantizaría una ganancia de competitividad suficiente, pero el cambio no surtió ese efecto.
Porto aseguró que las compañías alemanas no reivindican una mayor desvalorización del real. El mensaje implícito en el sondeo, evaluó, es que las empresas instaladas en Brasil precisan tener más condiciones de competir.
En ese sentido, dijo que las empresas aún no tuvieron condiciones de medir el alcance de medidas como la desgravación de la nómina salarial y la reducción de la tasa de interés, por ejemplo. Según Porto, es temprano para hacer esa evaluación. En relación a la desgravación, muchas de las empresas están en sectores que tuvieron recientemente negociaciones salariales, dijo.
A pesar de eso, el trabajo de la Cámara mostró que 63,6% de las empresas declaran intenciones de contratar empleados en los próximos seis meses en los sectores de producción y ventas.
Las empresas se mostraron preocupadas con la inflación, lo que se refleja en las opiniones de lo que puede suceder con los intereses. El gobierno puede aumentar la tasa en caso de que la inflación aumente más de lo previsto, dijo Porto. Contribuyó para la evaluación, la propia trayectoria de la tasa de interés, que continuó cayendo del segundo a tercer trimestre.
Como consecuencia, se redujo en el tercer trimestre la parte de los entrevistados que cree que hay más espacio para la baja. En el segundo trimestre, 55,6% creían que la tasa de interés caería en el período de seis meses. En el tercero, una proporción más baja de ejecutivos -31,8%- cree en una caída más fuerte, mientras el 9,1% declararon creer que la tasa debe aumentar.










