La ligera mejora del empleo industrial, que subió 0,2% en marzo ante febrero, después de mantenerse estable ese mes, no puede considerarse una primera señal de recuperación más robusta de la creación de puestos de trabajo en el sector en Brasil.

El empleo no crecía en la industria desde diciembre del año pasado. Sería prematuro considerar ese aumento como una señal de recuperación, afirmó André Macedo, economista del área de coordinación de industria del IBGE.

El Sondeo Industrial Mensual de Empleo y Salarios (Pimes), mostró que el nivel de ocupación en el sector se mantuvo estancado, escenario observado desde mediados del año pasado, aseguró Macedo.

Según el economista, la actividad de la industria no presenta condiciones para una reacción más significativa en la creación de empleos. Con excepción de la suba ante febrero, el empleo industrial continuó en marzo con tasas negativas en todas las otras comparaciones.

Otro punto que destacó el especialista fue el comportamiento de las horas pagadas, que funcionan como una especie de indicador antecedente de posibles recuperaciones en el empleo industrial. Ese indicador tuvo un desempeño intermitente, oscilando entre tasas negativas y positivas en la comparación del mes ante el anterior. En relación a igual mes del año pasado, las horas pagadas en la industria registraron en marzo la noveno décima tasa negativa consecutiva. Funcionan como una especie de termómetro para la tendencia en el empleo industrial y no muestran señales positivas hasta marzo, evaluó.

Al mismo tiempo, la nómina de salarios aumentó, pero en función de los desembolso de bonos y participaciones en lucros, que tienen lugar en esa época del año, según Macedo. El especialista explicó que la nómina salarial industrial del IBGE se vio cada vez más influenciada, año a año, por las ganancias reales de los empleados, obtenidas en las negociaciones salariales, más que por un aumento del empleo.

Entre los puntos negativos del empleo industrial en marzo, Macedo citó el comportamiento de la industria en el nordeste del país. Se trata de una región donde pesan fuerte las actividades se sectores que sufren con la competencia de los importados, como calzados y vestuario, a lo que se sumaron las fuertes retracciones del empleo en las industrias de refino y extracción de petróleo, que también son expresivas, informó.